La justicia británica declara ilegal el plan del gobierno de enviar a los inmigrantes ilegales a Ruanda

La intención del Ejecutivo de enviar a ese país a los inmigrantes que crucen de forma ilegal el Canal de la Mancha, incluso a los solicitantes de asilo, es una forma de, defienden desde el gobierno, disuadir a las personas migrantes de hacerse a la mar en una peligrosa travesía. Pero varios solicitantes de asilo y la organización benéfica Asylum Aid apelaron la decisión del Tribunal Superior de Justicia, y los jueces les dieron la razón al dictaminar que, debido a las deficiencias del sistema de asilo del país, «existen motivos fundados para creer que existe un riesgo real de que las personas enviadas a Ruanda sean devueltas a sus países de origen, donde enfrentaron persecución» o un «trato inhumano, cuando, de hecho, tienen una solicitud de asilo». Tony Muman, un abogado que representa a uno de los apelantes, describió el veredicto como una «gran victoria».

El pasado diciembre, la justicia falló que «la propuesta del gobierno de reubicar a los solicitantes de asilo en Ruanda ha sido objeto de considerable debate público» y que «el tribunal ha concluido que es lícito que el gobierno reubique a los solicitantes de asilo en Ruanda» para que se «estudien sus solicitudes» allí «en lugar de en el Reino Unido». Para los jueces, «la reubicación de los solicitantes de asilo en Ruanda es consistente con la Convención de Derechos Humanos sobre los Refugiados», así como con otras «obligaciones legales del gobierno, incluidas las obligaciones impuestas por la Ley de derechos humanos de 1998».

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El primer ministro, Rishi Sunak, celebró entonces la decisión, pero el nuevo fallo del tribunal de apelaciones supone un revés para una política que ha estado rodeada de polémica desde el principio. Ahora, se espera que el Ejecutivo conservador apele ante el Supremo.

«Si bien esta es, en última instancia, una decisión del sistema judicial del Reino Unido, no estamos de acuerdo con el fallo de que Ruanda no es un país seguro para los solicitantes de asilo y los refugiados», dijo por su parte Yolande Makolo, portavoz del gobierno ruandés, que recibió gobierno británico 140 millones de libras esterlinas de financiación inicial para el programa. «Ruanda es uno de los países más seguros del mundo y hemos sido reconocidos por ACNUR y otras instituciones internacionales por nuestro trato ejemplar a los refugiados», defendió la portavoz.

Desde la oposición laborista Yvette Cooper aseveró que el plan, una de las promesas centrales del gobierno de Sunak, se está «desmoronando por completo». «Los ministros se vieron obligados a admitir esta semana que enviar a cada persona a Ruanda costará 169.000 libras, además de los 140 millones de libras del dinero de los contribuyentes que ya han gastado», dijo, y añadió que el plan es «inviable, poco ético y exorbitante, una distracción costosa y dañina de la acción urgente que el gobierno debería tomar».