Indignación en EE.UU.: los demócratas acusan a Sánchez de hacerle «un regalo a Hamás»
Un informe del Capitolio advierte de un daño a los palestinos de esta gestión por represalias tributarias israelíes
¿Qué implica el reconocimiento de Palestina por parte de España?
Israel prohíbe que el consulado español en Jerusalén preste servicio a los palestinos
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez
El reconocimiento unilateral de un Estado palestino por parte de España, Irlanda y Noruega, sin los matices sugeridos en días anteriores por parte del Gobierno de Estados Unidos, ha suscitado duras críticas a esos países europeos en Washington, tanto entre republicanos como entre ... demócratas. Sobre todo, ha provocado aprensión en EE.UU. el hecho de que Pedro Sánchez, en su discurso del 28 de mayo, no hiciera referencia el que un Estado Palestino, que no tiene fronteras definidlas ni control administrativo pleno, debería estar desmilitarizado.
El más crítico con Sánchez ha sido el diputado Dean Phillips, que hasta hace unas semanas hasta le disputó a Joe Biden la candidatura del Partido Demócrata a la presidencia. En varias entrevistas y mensajes en redes sociales ha sido muy crítico con la decisión de España y sus socios, y tras la confirmación de esta, afirma: «El reconocimiento prematuro de un estado por parte de España, Noruega e Irlanda es un regalo para Hamas y un mensaje a los terroristas de todo el mundo de que las tácticas aberrantes funcionan. Es Vergonzoso».
Phillips es un demócrata centrista que ha negociado y pactado con republicanos. Hay un grupo reducido de demócratas que apoya reconocer a Palestina, comandado por diputadas como Alexandria Ocasio-Cortez o Rashida Tlaib, pero ha mantenido silencio tras el reconocimiento oficial. Sí han sido esas diputadas muy críticas con el ataque de Israel contra civiles en la ciudad gazatí de Rafah este fin de semana, que también ha condenado la Casa Blanca. Las críticas a los europeos no quiere decir que haya una crisis abierta en el seno de la OTAN, de la que son miembros España y Noruega, bajo la protección militar de EE.UU.
Aliados con diferencias
El viernes, el subsecretario para Europa de la diplomacia norteamericana, James O'Brien, puso de relieve el desacuerdo con respecto al conflicto de Israel y Palestina, pero afirmó en conferencia de prensa que no hay una crisis abierta por el reconocimiento: «Somos aliados, y aunque podamos estar de acuerdo y en desacuerdo en muchos temas, estamos fundamentalmente alineados en proteger la seguridad de los estados miembros de la OTAN y en trabajar para asegurar la defensa de Europa. Este compromiso nos une, incluso si tenemos opiniones divergentes en otros asuntos».
Un reciente informe del servicio de documentación del Capitolio, que ofrece datos para la gestión de la política exterior norteamericana, refleja que la decisión de España y sus socios puede tener además como consecuencia una prórroga en la retención de las devoluciones tributarias a la Autoridad Palestina, que gestiona Israel en Cisjordania. Según ese informe, el ministro de Finanzas israelí, Bezalel Smotrich, decidió mantener la retención los ingresos fiscales de la Autoridad que Israel recauda en su nombre, que representan una parte considerable del presupuesto palestino.
El Gobierno de Israel ha acusado a España y sus socios de hacerle un favor a Hamás y ha respondido impidiendo al consulado español en Jerusalén prestar servicio a los ciudadanos palestinos, que otras misiones diplomáticas hacen únicamente desde Ramala. El ministro israelí de Exteriores, Israel Katz, publicó un tuit en el que acusó a Sánchez de ser «cómplice de incitación al asesinato del pueblo judío y de crímenes de guerra». Desde que Sánchez confirmara la semana pasada que haría el reconocimiento el 28 de mayo, varios funcionarios de EE.UU., en la diplomacia y la Casa Blanca, afirmaron que apoyan un proceso negociador que lleve a reconocer un pleno estado palestino y desmilitarizado, dados los estallidos de violencia en las dos intifadas y el ataque del 7 de octubre de 2023.
El Gobierno de Israel ha acusado a España y sus socios de hacerle un favor a Hamás
Negociación
La cuestión de las fronteras la deberían decidir, según ese punto de vista, las partes negociadoras en base a las decisiones de la ONU y las subsiguientes rondas de diálogo. Sánchez, en su comparecencia, dijo que las fronteras deberían ser las de 1967, año de la guerra de los Seis Días. Para EE.UU. la prioridad es que Israel negocie una vez acabe la misión contra Hamás y que llegue a cuerdos con más países árabes, en especial Araba Saudí. Por eso, justo antes de este reconocimiento de las naciones europeas, el consejero de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, estuvo en Riad, negociando nuevos contactos.
Según dijo en conferencia de prensa, es necesario sumar a los estados árabes moderados en una arquitectura que pueda brindar estabilidad regional. «Estuve en Arabia Saudita hablando con el príncipe heredero sobre esa visión exacta. Es una conversación que continuaremos teniendo con el gobierno israelí. Mientras tanto, lo que haremos es trabajar para asegurar la derrota duradera de Hamas y un día después en Gaza que involucre una gobernanza y seguridad no proporcionadas por Hamas, sino por una alternativa que finalmente nos lleve a un camino creíble hacia esa solución de dos estados», dice. La Casa Blanca sí ha citado en dos ocasiones a la embajadora española en Washington, Ángeles Moreno, para consensuar estrategias para que Hamás libere a los rehenes que quedan bajo su recaudo tras las capturas del ataque del 7 de octubre.