La «verdadera historia» de Franklin Brito, según el Gobierno de Chávez

«Hemos aguardado a que se celebrara el acto velatorio y de inhumación de los restos del ciudadano Franklin Brito, respetando el dolor de su familia, para reiterar la posición oficial respecto a este lamentable caso», se puede leer en el comunicado, que asegura: «el ciudadano Franklin Brito n unca fue objeto de medida alguna de expropiación por parte del Estado ni de invasiones por parte de terceros».

Según el Gobierno chavista, en 1999 Brito recibió del Gobierno Bolivariano la titularidad de 290,20 hectáreas en el estado de Bolívar. En marzo de 2003, «Brito denunció el solapamiento de tierras en el otorgamiento de dos cartas agrarias por parte del Instituto Nacional de Tierras. Efectivamente, este instrumento agrario fue otorgado a sus vecinos de lindero, ocupantes previos a la asignación que le hizo el Gobierno a Brito».

El Ejecutivo subraya que tras la denuncia, «se realizó la verificación de linderos por parte del Instituto Nacional de Tierras (INTI), corroborando que de ninguna manera había solapamiento».

Su caso llegó a la la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia en 2007, «señalando que no existían los elementos alegados por Brito en cuanto al solapamiento de las tierras y la violación a su propiedad».

Finalmente, y siempre según la versión oficial del Gobierno, en agosto de 2009 el INTI, «por razones humanitarias, revocó las cartas agrarias otorgadas en parcelas colindantes con la del señor Brito, en perjuicio de sus vecinos, que eran ocupantes previos a él».

El Gobierno asegura que Brito «tuvo todo el apoyo de las instituciones agrarias del Gobierno Bolivariano para realizar su actividad productiva, expresado en el otorgamiento de créditos, maquinaria y saneamiento de tierras».

Y añade: «El Estado venezolano en ninguna forma violó los derechos civiles, sociales y económicos de Brito. A pesar de ello, optó por la medida extrema de la huelga de hambre y la autoflagelación como mecanismos de presión para lograr la satisfacción de una demanda que no tenía asidero en la realidad».

El comunicado denuncia que la oposición abandonó a Brito en la puerta de la sede de la OEA en Caracas, donde estaba en huelga de hambre desde diciembre de 2009. Y que la Fiscalía solicitó ante un juez «una medida de internado médico».

Primero fue internado en una clínica privada, y posteriormente en el Hospital Militar de Caracas , bajo la supervisión de la Cruz Roja Venezolana .

Por último, el comunicado afirma: «Comprendemos el dolor y la ira de la familia y amigos auténticos del señor Brito. Si el Gobierno Bolivariano hubiese cometido un error, no hubiésemos dudado en rectificar. Lamentablemente, no pudimos responder ante una violación de derechos que era inexistente».

En el texto, el Ejecutivo de Chávez rechaza «el fariseísmo de la canalla mediática , de la oposición electorera, de las autoridades de la Iglesia Católica , que alentaron la decisión extrema del señor Brito con el único fin de lograr un muerto para sus sucias banderas».

Brito, de 49 años, medía 1,90 metros y pesaba menos de 35 kilos cuando falleció el 30 de agosto en el Hospital Militar de Caracas. Llevaba más de seis meses en huelga de hambre, la quinta en los últimos seis años.