«Los 57 días más duros de las guerras»

El presidente Trump al momento está formando su equipo, un equipo inédito y en algunas de las posiciones claves con perfiles muy netos que confirman su voluntad política de una «America first» y su visión transaccional que quiere aplicar en la relaciones con el resto del mundo.

El nuevo presidente últimamente ha hecho algunas declaraciones que confirman las expectativas. De una parte, ha reasegurado Europa sobre la importancia de la OTAN y confirmado la necesidad de más inversión de parte de sus miembros. De la otra, ha delineado su visión: «La paz se consigue con la fuerza».

Desde el 20 de enero del próximo año veremos las reales intenciones e intervenciones de la nueva presidencia.

Para llegar a este día 20 de enero en el cual el nuevo Presidente entrará en la Casa Blanca faltan todavía 57 días, días que serán decisivos para las negociaciones.

La visión trumpiana de conseguir la Paz con la Fuerza conlleva que en estos 57 días asistiremos a una aceleración de las guerras para ganar más terreno y posiciones de fortaleza posibles de parte de las partes en causa.

Esto ya es visible en la guerra en Ucrania donde Rusia emplea militares norcoreanos y ataca con misiles balísticos. Mientras, Ucrania, conseguida la autorización de Estados Unidos, utiliza misiles de largo alcance.

También es visible en Oriente Medio donde, no obstante el mandado de arresto del presidente israelí Netanyahu, la confrontación es dura y lo será más en estos 57 días con el objetivo de parte de Israel de controlar Cisjordania, Gaza y derrotar completamente las manos militares de Irán como Hamás, Hizbolá y Hutíes.

El objetivo americano parece claro y es aislar Irán y volver a unos acuerdos entre los países árabes sunitas e Israel.

Tenemos que esperarnos entonces 57 días de escaladas militares y de agresivas propagandas comunicativas.

Serán 57 días donde quizás lo riesgos de pasar líneas rojas pueden ser más altos y no tanto por voluntad sino por errores siempre posibles cuando la tensión es muy alta.

En estos 57 días Europa deberá buscar la manera de salir de la situación complicada en la cual está porque, más que protagonista, podría resultar objeto de las futuras negociaciones.

Europa tiene que decidir con urgencia el papel que puede y debería jugar en este mundo más complicado y competitivo sin estar a la ventana esperando que los problemas lo resuelvan siempre los demás.

Los europeos necesitamos una Europa menos ideológica y más pragmática, con más visión y más unida, por los menos en Política Exterior y en Defensa.