Finlandia elimina la esvástica de las banderas de sus Fuerzas Aéreas

En la Finlandia vikinga, la esvástica (hakaristi) aparecía en textiles, arquitectura y objetos decorativos como símbolo de buena fortuna. En 1918, tras la independencia de Moscú, el conde sueco Eric von Rosen donó a Finlandia el que sería su primer avión. En su escudo de armas figuraba una esvástica y nadie extrañó que sobre el avión apareciese pintada una esvástica azul, también como símbolo de buena suerte. Se trataba de un momento fundacional para la Fuerza Aérea del país y sobre la marcha se adoptó como emblema oficial, mucho antes de que fuese utilizada por el régimen nazi.

En 1945, tras la Segunda Guerra Mundial, Finlandia retiró el símbolo de sus aviones por presión de la Comisión de Control Aliada, pero algunas unidades de nivel brigada mantuvieron la esvástica en sus banderas, aunque en color negro y con diseño distinto al nazi. Para los finlandeses no suponía ningún problema porque están perfectamente al tanto de su significado, pero el símbolo venía causando incomodidad en visitas diplomáticas y había sido objeto de críticas internacionales.

Después de la entrada de Finlandia en la OTAN, en 2023, se implementaron nuevos planes de sustitución en todo el aparato simbológico, aunque todavía aparecieron algunas imágenes en noviembre de 2024 que volvieron a reabrir la polémica. Actualmente, como forma de zanjar dicha cuestión, las Fuerzas Aéreas de Finlandia han anaunciado que la esvástica será completamente eliminada.

«Podríamos mantener esta bandera, pero a veces conduce a situaciones desagradables con los visitantes extranjeros», ha explicado el nuevo comandante del Comando Aéreo de Carelia, Tomi Böhm, «tal vez sea más prudente mantenerse al día». El Ejército informa que la decisión no está relacionada con la adhesión del país a la OTAN ni es debida a presiones de los aliados, como han sugerido algunos medios finlandeses. «Queremos adaptar los símbolos para reflejar mejor la identidad actual de la Fuerza Aérea«, afirma un comunicado oficial.

Durante décadas, y a pesar de las decisiones de las autoridades, los finlandeses se aferraron a la bandera original de sus Fuerzas Armadas por una cuestión de «aprecio de la propia cultura», según el politólogo de la Universidad de Helsinki Teivo Teivanien. «Ahora, sin embargo, se han dado cuenta de que, como parte de la OTAN, es imposible aferrarse a ella, porque en la Alianza se trabaja codo con codo con soldados como los alemanes, para los que la esvástica es claramente un símbolo con connotaciones negativas«, ha añadido.

En 2021, recuerda Teivainen, una unidad de la fuerza aérea alemana canceló su participación en una ceremonia en Laponia después de que Finlandia insistiese en participar con sus banderas con la esvástica. Los soldados alemanes no olvidan que, al margen del origen del símbolo en Finlandia, Von Rosen se convirtió en partidario del nacionalsocialismo y en un buen amigo del jefe de la Luftwaffe de Hitler, Hermann Göring.

Además, Helsinki también cooperó con el Tercer Reich y contra la Unión Soviética durante un tiempo en la Segunda Guerra Mundial. Finlandia acababa de sobrevivir a una lucha por la supervivencia contra las tropas soviéticas que habían invadido el país vecino en la llamada Guerra de Invierno de 1939/40 y, aunque perdió partes de su territorio en el proceso, infligió grandes pérdidas a las tropas de Stalin a través de una resistencia obstinada que preservó su existencia como Estado.

El águila dorada que ya está reemplazando a la polémica esvástica en las nuevas banderas de las Fuerzas Aéreas de Finlandia simboliza fuerza, vigilancia y renovación. Representa poder aéreo y protección nacional, valores centrales para una fuerza aérea moderna. El diseño conserva el círculo de alas, que refuerza la idea de unidad y movilidad estratégica. Además, el águila es un símbolo común en heráldica militar europea, lo que facilita su aceptación internacional.

El cambio busca «proyectar una imagen neutral y profesional de Finlandia en el ámbito militar, sin renunciar a su historia», desarrolla la idea el comandante Böhm, y se inscribe en la profunda transformación de toda la política de defensa del país, que ha pasado en los últimos dos años de una postura neutral a una estrategia activa de disuasión frente a Rusia. El mayor general Sami Nurmi ha declarado que Finlandia se prepara para «el peor escenario posible» como nuevo miembro de la OTAN y el ministro de Defensa, Antti Häkkänen, confirma que el país evalúa constantemente las intenciones rusas y coordina su respuesta en tiempo real con los aliados europeos.