En contra del euro, del multiculturalismo y de la inmigración: los principios de AfD, el partido de extrema derecha alemán ganador de las elecciones de este domingo

Este lunes los principales líderes del partido han reivindicado que estos resultados les facultan para formar parte de futuros ejecutivos. «Por supuesto que tenemos derecho a gobernar», ha dicho Alice Weidel, en declaraciones a la cadena ZDF recogidas por Europa Press. La mandataria ha dado por hecho que los partidos no van a poder mantener durante mucho más tiempo el cordón sanitario.

Definidos a sí mismos, según su propia página web, como «liberales y conservadores, ciudadanos de nuestro país y demócratas convencidos», los servicios de Inteligencia han catalogado a la formación de extremista, al tiempo que el resto de partidos se han negado de manera tradicional a cualquier colaboración.

Entre los principios que defiende AfD está la democracia directa, la separación de poderes, la familia o la tradición viva de la cultura alemana. «Queremos preservar permanentemente la dignidad humana, las familias con niños, nuestra cultura cristiana occidental, nuestra lengua y nuestras tradiciones en un Estado nacional pacífico, democrático y soberano del pueblo alemán», expresan.

El partido de extrema derecha está en contra de la UE, de la unión bancaria y del Euro. Este último, la moneda común, lo califica como un «experimento», al tiempo que propone un referéndum para decidir si Alemania deberá permanecer o no en la unión monetaria si el Parlamento no acepta «la exigencia» de ponerle fin.

Así, apuestan por salir de la UE. «Rechazamos los Estados Unidos de Europa», expresa el partido en su programa. «Si nuestros enfoques de reforma fundamental no pueden implementarse en el sistema existente de la UE, nuestro objetivo será la salida de Alemania o la disolución democrática de la Unión Europea y el restablecimiento de una Comunidad Económica Europea».

Alternativa para Alemania defiende «la familia tradicional» y se posiciona en contra del aborto. De hecho, aboga por facilitar asistencia financiera a las familias para que puedan decidir tener su hijo y pide «no declarar al aborto un derecho humano».

El partido está en contra de la «inmigración masiva», que asegura es «económicamente insostenible y está plagada de conflictos». Así, aseguran que están comprometidos con el cierre total de las fronteras exteriores de la UE, al tiempo que condenan el «abuso del derecho de asilo como vehículo» para esta inmigración. AfD rechaza además lo que llaman «doble pase», esto es, el tener la ciudadanía alemana manteniendo al mismo tiempo otra, aunque de esto último excluyen casos «bien fundamentados».

En relación a esto, la formación de extrema derecha se posiciona en contra del multiculturalismo, que califica como «una seria amenaza a la paz social y a la existencia continuada de la nación como entidad cultural». Así, aunque aseguran que se encuentran «plenamente comprometidos» con la libertad de creencia, conciencia y confesión, están en contra del islam. «Su práctica va contra el orden básico democrático libre, las leyes del país y los fundamentos judeocristianos y humanistas de su cultura».

«El islam no pertenece a Alemania», manifiesta AfD, que prohíbe el uso del velo completo en público.

Dentro todavía del apartado cultural, apuestan por «consagrar el alemán» y que este idioma reciba «el mismo trato» que el inglés o el francés en la práctica diaria, al tiempo que quieren acabar con los medios públicos.

En el plano de defensa y de internacional, la AfD se compromete a «retirar todas las tropas aliadas todavía estacionadas en suelo alemán y, en particular, sus armas nucleares»; además, quiere que la OTAN limite su tarea como alianza de defensa. Por otro lado, quieren restablecer el servicio militar obligatorio para varones de entre 18 y 25 años y están en contra de la creación de un ejército europeo.

Respecto a Rusia, la formación de extrema derecha apuesta por poner fin a las sanciones y mejorar las relaciones con ese país, que afirma, «debería ser un socio como Estados Unidos».

En el capítulo de democracia y valores básicos, el partido de extrema derecha propone referéndums basados en el modelo suizo, donde los ciudadanos votan diferentes cambios sociales. En concreto, en ese país, desde su fundación como estado confederal en 1848, se han llevado a cabo 700 votaciones de este tipo allí.

También quieren limitar la financiación de los partidos, «que se ha salido de control», al igual que introducir el delito de despilfarro fiscal. Por otro lado, apuestan por la votación libre por lista para distribuir los votos entre varios candidatos o que los ciudadanos elijan de manera directa al presidente federal. Asimismo, piden poner fin a la influencia de los partidos a la hora de nombrar jueces y fiscales.

En Justicia penal, la AfD defiende la idea de rebajar la edad de responsabilidad penal a los 12 años. También apuesta por la imposición de penas de al menos tres meses de cárcel por ataques a fuerzas de seguridad y emergencias, al igual que no están a favor de endurecer las leyes sobre armas, ya que consideran que «deja a las víctimas indefensas».

Por otro lado, apuestan por la creación de una guardia fronteriza alemana para proteger las fronteras exteriores del país.

En materia financiera y de impuestos, la AfD defiende «un sistema tributario más simple y justo». Según aseguran el objetivo será el de brindar «alivio financiero» a aquellos que tengan ingresos medios y bajos. La idea hacerlo «en particular» con impuestos bajos. El partido apuesta también por el uso del efectivo: «Es un derecho de libertades civiles. Abogamos porque se mantenga como moneda de curso sin restricciones».

La formación de extrema derecha aboga porque sean los ciudadanos los que elijan sobre la privatización de las empresas «especialmente las de servicios públicos o relacionadas con la vivienda pública».

Finalmente, están en contra de los acuerdos comerciales TTIP (Asociación Transatlántica para el Comercio y la Inversión), TISA (Acuerdo sobre el comercio de servicios) y CETA (Acuerdo Económico y Comercial Global entre la Unión Europea y Canadá.

También están en contra y, de hecho, plantean abolir sin sustitución, de la Ley de Fuentes de Energía Renovables (EEG), el Reglamento de Ahorro de Energía (EnEV) y la Ley de Calor de Energías Renovables (EEWärmeG).

Respecto a las centrales nucleares, la AfD se compromete a «permitir temporalmente» una ampliación de los tiempos de funcionamiento de las que aún trabajan, mientras el suministro eléctrico no esté suficientemente asegurado. También en el capítulo de energía, rechazan una mayor expansión de la energía eólica en el país.

Por otro lado, se comprometen a aplicar las leyes de protección de los animales, a los que defiende como «criaturas semejantes y no objetos materiales», al tiempo que rechazan una prohibición general de la pesca con redes de enmalle en zonas protegidas del Mar Báltico.

El partido de extrema derecha afirma en el capítulo educativo que el plan Bolonia «fue en general un error», al tiempo que exige el retorno a los ya acreditados títulos de diploma, máster y examen estatal, junto con las correspondientes normas.

En materia de vivienda, aboga por crear más viviendas en propiedad y reducir el impuesto a la transferencia de propiedades; o la llegada de un plan federal de infraestructuras de transporte, para transportes, que se actualice de manera constante. Por último, rechazan todas las restricciones en carreteras por motivos distintos a la seguridad vial.