Operación Singapur: cómo los espías rusos interceptaron comunicaciones secretas alemanas

¿Es un as en la manga que se guardan para hacerlo circular por internet en momentos clave? Así, en este caso, el suceso se produjo el mismo día del entierro del opositor Navalni. Unas preguntas crecientes en tiempos de tensión.

Mientras, se han ido conociendo más detalles sobre la conversación confidencial entre el inspector de la Fuerza Aérea alemana, el teniente general Ingo Gerhartz, y tres oficiales de las Fuerzas Armadas. En la que se habla de las posibilidades teóricas de usar misiles de crucero Taurus. Y también se trata el tema de la voladura del puente de Kerch, el puente construido por Rusia hacia la península ucraniana de Crimea. Las investigaciones de las autoridades alemanas apuntan, a priori, a Gerhartz. «Su hombre en Singapur», que estaba allí para asistir a la mayor feria aérea de Asia que atrae a figuras de peso en la geopolítica mundial. Fue él quien provocó, sin quererlo, que se unieran a la llamada los espías de Moscú, al conectarse por una línea insegura.

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Alexia Columba

Básicamente, las indagaciones, en lo que los medios han venido a llamar 'Operación Singapur', concluyen que el suceso se debe a un error humano puntual. Pero todo esto lleva a la cuestión de cómo pudo ocurrir una filtración de datos de semejante calibre. Especialmente porque este tema también ha salpicado a otros países, dado que en la conversación también se mencionan las entregas de armas francesas y británicas, y se comentaba la supuesta presencia de efectivos británicos en terreno ucraniano.

Una información que va al hilo de lo que ya se filtraba el año pasado cuando se hicieron públicos unos documentos del Pentágono, en los se detallaba que Reino Unido tenía hasta 50 fuerzas especiales en el país y que los Royal Marines habían apoyado «operaciones discretas» allí, como el restablecimiento de la embajada británica en Kiev.

Según señala la cadena británica BBC, la videoconferencia de unos 40 minutos se hizo a través de la plataforma WebEx, usando una versión especialmente segura con cifrado de extremo a extremo. Pero, tal como señala Alan Woodward del Centro Surrey de Seguridad Cibernética al medio, si se usa una línea terrestre, un teléfono móvil o el wifi abierto del hotel, la seguridad podría verse comprometida por agentes rusos que estuvieran simplemente sentados en las proximidades del Salón Aeronáutico de Singapur. Habrían usado antenas de largo alcance que pueden «reenviar» el tráfico a la antena principal y oficial, mientras probaban por qué rendija podían colarse.

La lección es «nunca uses internet del hotel si quieres hacer una llamada segura», le dijo Miguel Berger, embajador germano en el Reino Unido, al medio británico.

Roderich Kiesewetter, exoficial que ha trabajado para la OTAN y actual miembro del Bundestag alemán, piensa que no basta con pensar en que esto podría haberle pasado a cualquiera, sino que es muestra de que la defensa se ha hecho más frágil en tiempos de paz. Y Karsten Schneider, el presidente del Instituto Marítimo Alemán en Wilhelmshaven, ha instado en la publicación 'The Times' a un cambio de mentalidad.

Pero los estrategas también comentan que dejar salir esta información es una forma de matar a la gallina de los huevos de oro, ya que esto pondría en sobre aviso a Occidente. La respuesta a por qué lo han hecho la ha intentado dar el exjefe de los servicios alemanes de inteligencia exterior, August Hanning, a 'Bild'. Razona que Rusia ya habría acumulado una cantidad tal de información secreta que comprometería al Ejército alemán y a la coalición de países que apoyan a Ucrania. Y ahora comienza a filtrarla en una estrategia de guerra híbrida, para quebrar la confianza en la OTAN, así como debilitar el apoyo a Kiev.

Para Hanning esto es solo el comienzo, no se trata de algo meramente puntual. Sostiene que Moscú dará a conocer nuevas grabaciones con efectos catastróficos. Frente a esto queda ver que pronóstico es el acertado, y todo ello mientras se acercan las elecciones rusas.