'DNIs de tinta' para los niños en Gaza: la desesperación lleva a los padres a escribir los datos de sus hijos en sus cuerpos

Cada día mueren o resultan heridos 400 menores en la Franja, donde ya no existe ningún lugar seguro, por lo que los gazatíes intentan proteger como pueden a los más pequeños

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Los cuerpos sin vida de Hani (con el pantalón rojo) y Layan (de azul) con sus nombres escritos en sus piernas por sus padres Bashar TALEB / AFP

En unos cuerpos aparecen sólo sus nombres y en otros los de sus padres o su grupo sanguíneo. La dirección no es necesaria porque su casa seguramente ya no esté en pie. Son los datos que llevan escritos en sus cuerpos ... algunos niños en Gaza que han fallecido o han resultado heridos por los bombardeos israelíes en la Franja.

Al igual que ya ocurrió en la guerra de Ucrania, los padres intentan proteger como pueden a los más pequeños. Según Unicef mueren o resultan heridos en territorio gazatí 400 niños al día. En medio del caos por los ataques y el asedio a Gaza, los adultos están comenzando a identificar a los menores con una especie de 'DNI de tinta' con sus nombres y sus datos escritos sobre su piel por si quedan huérfanos o acaban heridos en el hospital o en la morgue.

Lo ha confirmado a CNN el doctor Abdul Rahman Al Masri, jefe del departamento de emergencias del Hospital de los Mártires de Al-Aqsa, y lo corroboran también las imágenes que llegan de los fotoperiodistas que están sobre el terreno en la Franja de Gaza.

«Recibimos algunos casos en los que los padres escribieron los nombres de sus hijos en las piernas y el abdomen», asegura Al Masri. Se trata de una medida desesperada de los progenitores, que están preocupados por si nadie puede identificar a sus pequeños, explica. Sanitarios gazatíes que se encuentran en Gaza también contaron a Leo Cans, jefe de la misión en Jerusalén de Médicos Sin Fronteras (MSF), que esto estaba comenzando a ocurrir.

Ya no hay lugar seguro en Gaza

Los hospitales están saturados con los heridos y con las personas que buscan un lugar seguro en estos centros sanitarios. Sólo en el Hospital Al-Shifa, el principal hospital de Gaza, hay 45.000 personas que están viviendo como refugiados en el hospital porque no tienen ningún sitio al que ir, asegura a ABC Irene Huertas, coordinadora de MSF en el campo de Yenín, en Cisjordania.

«La situación de los hospitales es terrible. Muchos de los hospitales ya han dejado de funcionar por falta de combustible y, por tanto, por falta de electricidad. Estos hospitales han sido evacuados y los pacientes han sido llevados a otros hospitales donde ya no hay más espacio», declara Huertas.

Además de esta saturación los recursos sanitarios escasean. «Lo que nos cuentan desde gaza es que se están realizando operaciones sin anestesia incluso aunque se trate de una amputación o cirugías muy dolorosas», señala.

El triaje en una situación de guerra

Ante esta situación, «los médicos están ya casi sin fuerzas», ya que ven que cada día llegan más pacientes que los anteriores. Huertas asegura que «este lunes fue uno de los días que más se bombardeó y tener toda esta oleada de heridos y tener que decidir por qué pacientes ya no van a hacer nada porque ya no tienen capacidad... Eso es muy duro, es una de las situaciones más duras que se ha vivido en los últimos años».

A esto se suma que los gazatíes están enfermando ya gravemente de infecciones totalmente prevenibles por la falta de agua y de higiene y las malas condiciones sanitarias.

Carolina Jiménez, directora médica adjunta de Médicos Sin Fronteras, explica a ABC que en Gaza no es MSF quien está haciendo el triaje en los hospitales, pero que sí hay compañeros que voluntariamente han decidido quedarse y se han integrado con los equipos de dichos hospitales. De hecho, un equipo de MSF está trabajando en Hospital Al Awda. «Hace un par de días, siete sanitarios volvieron al hospital y están cuidando de pacientes (24 camas). No los pueden operar allí porque todos los cirujanos están en los grandes hospitales, pero los pacientes reciben cuidados y tratamiento», detalla Huertas.

Jiménez explica que el protocolo de triaje que suele llevarse a cabo en estos casos es el de clasificar por gravedad con el objetivo de salvar el máximo número de vidas. «Se atiende primero a los más graves; es decir, a aquellos que van a morir si no son atendidos inmediatamente y que tienen posibilidades de sobrevivir con tratamiento urgente», afirma.

Combustible, la clave para la supervivencia

Mientras tanto, tras dos semanas de asedio sobre la Franja de Gaza, están comenzando a llegar suministros que entran por el paso de Rafah. Apenas medio centenar de camiones han conseguido entrar, mientras que antes lo normal era que lo hicieran 500 camiones por día. «Este número es totalmetne insuficiente. No llega para nada», denuncia la coordinadora de MSF

«Lo que necesitamos ahora son muchos más camiones y, sobre todo, combustible. No está entrando combustible por este paso y lo necesitamos para que pueda haber luz y para que pueda haber agua. El agua y la luz dependen del combustible», insiste Huertas.

Se trata de una pieza clave para evitar que las cifras de fallecidos continúen escalando. «El no tener agua, aparte de que la gente se muere de sed, conlleva un montón de infecciones, una falta de higiene, de saneamiento, que trae todavía más enfermedades».

En cuanto a la electricidad, sin ella, «todas las máquinas y el equipamiento de los hospitales que se está utilizando actualmente va a dejar de funcionar. Con lo cual muchos pacientes no van a poder sobrevivir», advierte Huertas.

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