Cuba niega la existencia de una base de espionaje chino en la isla

Asimismo, afirmó que Cuba es firmante de la Declaración de América Latina y el Caribe como Zona de Paz, suscrita en La Habana en enero de 2014 y que, por tal motivo, «rechazamos toda presencia militar foránea en la América Latina y el Caribe, incluida la de numerosas bases y efectivos militares de los Estados Unidos, en especial en la base militar que ilegalmente ocupa una porción del territorio nacional en la provincia de Guantánamo».

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Camila Acosta

Según el informe «lo ocurrido a las víctimas se enmarcó en el contexto de la persecución y represión estatal contra personas disidentes políticas y defensoras en Cuba, con el objetivo de obstaculizar o paralizar la labor de defensa y promoción de los derechos humanos»

Según estas declaraciones oficiales, la información difundida por el WSJ pretende promover «falacias» con «la pérfida intención de justificar el recrudecimiento sin precedentes del bloqueo, la desestabilización y la agresión a Cuba y de engañar a la opinión pública de los Estados Unidos y el mundo».

Por su parte, la Casa Blanca confirmó el hallazgo, aclarando que se trataba de una información inexacta. Poco después, el secretario de Estado, Antony Blinken, precisó que la hostilidad china desde territorio cubano data de 2019.

Según Blinken, el Gobierno de Donald Trump no logró «progresos suficientes» para contrarrestar ese espionaje durante su mandato entre 2017 y 2021, por lo que Biden ordenó aplicar «una estrategia más directa». Aunque el funcionario se negó a dar información más detallada, explicó que el plan de la administración Biden se ha basado en la «diplomacia» y que «los expertos consideran que nuestra actividad diplomática ha frenado estos esfuerzos de China, algo que estamos vigilando muy de cerca».

Exoficiales cubanos revelaron –bajo condición de anonimato– al medio independiente CubaNet que China podría estar modernizando la Brigada de Exploración Radioelectrónica (BERE), una instalación ubicada cerca del Mausoleo del Cacahual, en La Habana. Los chinos estarían garantizando su funcionamiento y formando a oficiales cubanos en nuevas tecnologías bélicas.

De esta manera, Cuba adquiere recursos para el para el mantenimiento de la infraestructura, soporte energético y nuevas tecnologías, y China consigue de los cubanos que estos compartan «todo el caudal de información acumulado durante décadas, y que ahora puede servir a Pekín, dada la proyección global que ellos tienen», sostuvo un ex alto oficial de la Inteligencia Militar castrista que reside en La Habana.

La fuente sostiene igualmente que «la BERE tiene grabadas hasta voces de jefes, pilotos y capitanes de buques norteamericanos en activos» y que «esa información, junto con el resto de datos, es crucial para cualquier país, incluido China».

Otra de las fuentes consultadas aseguró igualmente que «la obtención de información militar por la exploración radioelectrónica existe en Cuba desde los inicios de la colaboración militar con la Unión Soviética; y su objetivo principal es Estados Unidos, rastreando todas las comunicaciones del US Army, US Air Force y del US Navy en el territorio continental hasta donde se pueda alcanzar, y el teatro de operaciones militares de Centroamérica y el Caribe, incluyendo el norte de Suramérica, especialmente Colombia y Venezuela».