"Estamos aquí por nuestra democracia, por nuestra libertad", grita el líder de un grupo que ha cortado una carretera. Pero son ya más de 200 las que están bloqueadas en todo el país. El Tribunal Supremo ha ordenado a las autoridades de los estados ... que sus policías militares desbloqueen las vías e identifiquen a los responsables. Cuando se pregunta a los saboteadores, todos responden de la misma manera. Una situación que se agrava por cada minuto que el todavía presidente Bolsonaro se mantiene en silencio, y van 36 horas. Su círculo más cercano asegura que no impugnará el resultado electoral, pero que no haya reconocido todavía su derrota ni haya felicitado a Lula -cosa que ya ha dicho que no hará- enturbian el ambiente en una democracia como la brasileña aún vulnerable.-Redacción-
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