China devuelve a Australia a la presentadora encarcelada desde hace tres años
Cheng Lei, empleada por la televisión estatal china, recupera la libertad tras haber sido acusada de divulgar secretos de Estado
Un incendio obliga a suspender todos los vuelos del aeropuerto londinense de Luton
Corresponsal en Pekín
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Iniciar sesiónLa pesadilla de Cheng Lei acaba de terminar. China ha devuelto a la presentadora australiana a su país de origen tras más de tres años de encarcelamiento. El primer ministro Anthony Albanese lo ha confirmado durante una rueda de prensa en la mañana ... de este miércoles.
Cheng Lei, nacida en China pero criada en Australia como hija de padres inmigrantes y posteriormente naturalizada, pasó de trabajar como corresponsal en el gigante asiático a presentar un programa de negocios en la televisión estatal 'CGTN', en primera línea de la propaganda oficial, hasta que en agosto de 2020 fue arrestada.
Desde entonces ha permanecido en paradero desconocido, los seis primeros meses en confinamiento solitario y sin conocer los cargos en su contra. En marzo de 2020 fue sometida a un juicio secreto, acusada de «compartir secretos de Estado con países extranjeros».
Su puesta en libertad hoy pone fin al tormento legal, según ha apuntado el primer ministro australiano. Cheng Lei ha aterrizado en el aeropuerto de Melbourne, donde ha sido recibida por una comitiva encabezada por la ministra de Exteriores, Penny Wong, sus dos hijos y otros familiares. «El Gobierno ha estado trabajando en esto durante un largo periodo de tiempo y su regreso será calurosamente recibido no solo por su familia y amigos, sino también por todos los australianos», ha celebrado Albanese.
Peones geopolíticos
La detención de Cheng Lei coincidió con un momento de alta tensión en las relaciones entre China y Australia, después de que el por entonces primer ministro Scott Morrison reclamara una investigación internacional sobre el origen de la pandemia de covid. China reaccionó bloqueando la importación de productos australianos e intimidando a los corresponsales de los dos medios australianos con presencia en el país, quienes se vieron forzados a irse. Los vínculos, sin embargo, se han apaciguado. Tanto es así que Albanese ha adelantado sus planes de visitar China este mismo año.
Durante sus más de tres años de cautiverio, Cheng Lei solo rompió su silencio el pasado mes de agosto, por medio de una carta dictada a los diplomáticos australianos que la visitaban una vez al mes. «Echo de menos el sol. En mi celda, la luz brilla a través de la ventana, pero solo puedo colocarme en ella durante diez horas al año. No puedo creer que evitara el sol cuando vivía en Australia (...). Probablemente lloverá las dos primeras semanas que esté de regreso en Melbourne». El parte meteorológico local, en efecto, prevé precipitaciones. Cheng Lei ya habrá podido comprobarlo.
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