La Asamblea Nacional francesa aprueba la suspensión de la reforma de las pensiones
El primer ministro Lecornu logra un respiro en su intento de consolidar su Gobierno
Macron y Lecornu esperan salvarse de las mociones de censura en Francia con la ayuda de los socialistas
Emmanuel Macron y su Gobierno, con Sébastien Lecornu como primer ministro, consiguen «sobrevivir» aceptando la suspensión de la única «gran» reforma que consolidaba a Francia en la periferia de la Europa de las pensiones.
Tras varios años de crisis, polémicas, tensiones, agitación social muy ... dura, el Gobierno de Macron consiguió aprobar, en 2023, una minúscula reforma del sistema nacional de pensiones: la jubilación, en Francia, se establecía en los 64 años.
Se trataba, hace dos años, de una edad de jubilación muy alejada de las edades de jubilación en el resto de Europa: Alemania, 66 -67 años; Reino Unido, 68 años; Suecia, 69 años; Italia, 67 años… Muy groseramente, la edad de jubilación oscilaba entre los 65 y los 70 años. Francia se instalaba en una periferia con menos años de trabajo.
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En su modestia histórica, la reforma de las pensiones de Macron fue un hito, que no ha llegado a poder aplicarse y apenas ha durado dos años cortos.
La Asamblea Nacional (AN), primera cámara del Parlamento francés, suspendió por 255 votos a favor y 146 en contra la 'gran' reforma de Macron. Esa mayoría defiende una edad de jubilación muy alejada del resto de los sistemas de pensiones europeos.
Socialistas, ecologistas y extrema derecha (Marine Le Pen) votaron este miércoles la suspensión de la reforma. Renacimiento, el partido de Macron, se abstuvo. La Francia Insumisa (LFI, extrema izquierda) y el PCF votaron contra la suspensión de la reforma, la gran exigencia del PS para no censurar al Gobierno de Lecornu presidido por Macron.
Se trata de un voto 'esquizofrénico': todas las fuerzas políticas parlamentarias piensan una cosa, dicen otra y hacen una tercera.
Renacimiento, el partido de los 'amigos' de Macron, dice apoyar al presidente, pero, a la hora de la verdad, prefiere la abstención para facilitar la continuidad de un Gobierno amenazado de censura.
Marine Le Pen, al frente del primer partido parlamentario de Francia, dice «aspirar» a la jubilación nacional a los sesenta años. A la «espera» de esa «posibilidad» vota la retirada de la reforma, sin descartar la censura del Gobierno, más tarde.
Extrema izquierda y comunistas llevan años denunciando la reforma macronista, pero votan contra la retirada de la reforma, para oponerse a las maniobras socialistas, que reclamaba esa retirada para afirmar su «izquierdismo».
El Gobierno de Lecornu acepta sin rechistar la 'gran' reforma presidencial, para poder «vivir» sin tener segura una supervivencia amenazada a toda hora por las críticas de la extrema izquierda y la extrema derecha, que son las fuerzas parlamentarias mayoritarias.
Emmanuel Macron acepta la retirada y hundimiento de su gran reforma, caído en el descrédito personal más absoluto. Según todos los sondeos, apenas un 11% de los franceses tienen «confianza» en su presidente, que ha incrementando entre 800.000 y 1.000 millones de euros la deuda nacional, que todas las agencias de notación financiera internacional consideran sencillamente catastrófica.
Retirada la reforma del sistema nacional de pensiones, la Asamblea Nacional continúa su discusión de los presupuestos del Estado para 2026. Marine Le Pen, al frente de la extrema derecha; y Jean-Luc Mélenchon, al frente de la extrema izquierda, han advertido que sus partidos podrán censurar al Gobierno cuando lo consideren oportuno.
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