Alexis Tsipras dimite como líder de Syriza tras la derrota electoral en Grecia

Con tan solo 34 años, Tsipras tomó las riendas de un pequeño partido que contaba con el 4% de los votos. En una sola legislatura, consiguió que la formación radical se convirtiera en la segunda fuerza más votada, desbancando al histórico partido socialista Pasok. En las elecciones de 2015, consiguió formar un Gobierno de coalición, uno de los primeros en la historia de Grecia, y sacar adelante el duro programa de reformas económicas exigido por la Troika.

Los problemas llegaron cuando en 2015 convocó un referéndum en el que preguntó a la ciudadanía si estaban de acuerdo con el paquete de medidas exigido por los acreedores internacionales. Aunque el «no» contó con el 60% de los apoyos, el líder izquierdista acabó sucumbiendo a las exigencias de Troika y firmando el tercer paquete de medidas. Ese gesto fue visto por gran parte de su grupo parlamentario como una traición, provocando la dimisión de muchos de sus ministros que acabaron fundando sus propios partidos. Por ejemplo, ese fue el caso del mediático Yanis Varufakis y su partido, MeRA25, y de Zoe Konstantopulu, cuyo partido, Travesía de la Libertad, consiguió entrar en el Parlamento griego tras las elecciones del pasado domingo.

Otra de sus medidas más criticadas fue la firma del Acuerdo de Prespes, que puso fin a la histórica disputa con la vecina Fyrom, que pasó a llamarse Macedonia del Norte. Esa iniciativa supuso la pérdida del apoyo de sus socios de gobierno, los miembros del partido ultranacionalista Griegos Independientes.

Según Tsipras, ha sido una decisión meditada, que no ha tomado en caliente y que le ha costado adoptar tres días, «porque sé que mis acciones tienen consecuencias sobre otras personas», añadía.

Tras el negativo resultado de los comicios, el partido radical ha escuchado el mensaje del electorado y planea convertirse en una oposición fuerte para la que será necesario, no obstante, un cambio drástico en las bases y el liderazgo de la formación. «Estamos obligados a responder a la orden que nos ha dado el electorado, sin perder ni un minuto», dijo Tsipras durante su declaración.

Se pone fin al mandato de un político cuyo mayor mérito fue, tal vez, poner fin al bipartidismo histórico de Grecia y que supuso el ascenso de un líder sin vínculos políticos familiares.