Un posible crimen racista desata pasiones en EE.UU.
Obama sale en defensa del joven negro de Florida muerto por un vigilante voluntario
EMILI J. BLASCO
Barack Obama se ha tomado el caso como algo muy personal. «Si tuviera un hijo se parecería a Trayvon», dijo ayer el presidente estadounidense sobre Trayvon Martin, un adolescente negro de 17 años muerto en Florida por el disparo de un vigilante voluntario, a quien ... inicialmente las autoridades policiales han amparado en razón de una polémica ley de legítima defensa.
Lo que más ha indignado a los estadounidenses es que al autor del disparo, George Zimmerman, de 28 años, no se le detuviera de inmediato ni se abriera ninguna investigación seria sobre lo ocurrido, dando a entender que «Stand Your Grand», la ley que en diversos estados amplía los supuestos de legítima defensa, de entrada da la razón a quien la invoca. El caso también podría presentar posibles elementos de prejuicio racial, aunque de contornos complejos, pues la madre de Zimmerman es de origen peruano y él tiene rasgos hispanos.
La fuerte reacción popular se ha debido sobre todo a la indefensión que durante semanas han padecido los padres de Trayvon, cuya muerte en la población de Stanford se produjo el 26 de febrero, sin que hasta ahora prácticamente comenzara a ser investigada.
Los hechos ocurrieron ese domingo hacia las 7 de la tarde, cuando Trayvon salió de la casa del padre de su novia, donde estaban viendo por televisión un partido de baloncesto, para ir a comprar algo de beber y comer. A la vuelta de una tienda próxima, Trayvon fue observado por Zimmerman, que actuaba de voluntario en la vigilancia del barrio. Zimmerman llamó a la Policía, indicando que un joven sospechoso andaba merodeando por allí. «Parece que busca algo no bueno o que tiene que ver con drogas... siempre se escapan», dijo. La Policía le pidió que esperara al coche patrulla.
Enfrentamiento Los siguientes acontecimientos son confusos. La novia de Trayvon asegura que la llamó por el móvil para decirle que un tipo lo estaba siguiendo. Ella le aconsejó que corriera, pero entonces se produjo un intercambio de palabras entre Trayvon y su perseguidor. «¿Por qué me sigues?», habría preguntado el adolescente. «¿Qué estás haciendo aquí?», habría inquirido a su vez Zimmerman. Pudo haber habido un forjeceo y al final se produjo un disparo. Una grabación sonora recogió a uno de ellos pidiendo auxilio. George Zimmerman asegura que es su voz, pero la madre de Trayvon insiste en que es la voz de su hijo.
Cuando llegó la Policía, los agentes comprobaron que Trayvon iba desarmado. Luego se demostraría que no había bebido alcohol ni estaba bajo efecto de drogas. Por su parte, Zimmerman tenía sangre en la nariz y tenía la espalda con restos de hierba y mojada, lo que indica que pudo haber una pelea. El asegura que fue agredido por detrás y que usó el arma en legítima defensa. Pero las versiones se contradicen.
Obama fue ayer categórico sobre la necesidad de esclarecer la verdad. «Es una tragedia. Puedo imaginar por lo que esos padres están pasando. Y cuando pienso en ese chico, pienso en mis propias hijas. Creo que todo padre en EE.UU. debería poder entender por qué es absolutamente imperativo que investiguemos todos los aspectos de esto».
En Florida, si alguien se siente en peligro inminente de ser asesinado o herido gravemente no tiene por qué retirarse, aunque fuera lo razonable, sino que tiene el derecho de «plantarse en su sitio» y protegerse.
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