Ofensiva de los Castro con 600 encarcelados en un mes

La Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (Ccdhrn), que cada mes informa sobre esta situación en la isla, alertaba este lunes de que el pasado septiembre superó el promedio de 278 arrestos mensuales en los primeros ocho meses del año. Entre los detenidos figuran conocidos disidentes como el periodista independiente Guillermo Fariñas —protagonista de más de 20 huelgas de hambre, la más sonada tras la muerte en la cárcel de Orlando Zapata— o el ex preso político de la Primavera Negra Ángel Moya Acosta.

Después de asegurar que el número de víctimas de la represión «es mayor que los casos que logramos verificar», la Ccdhrn señala que en las últimas cinco semanas ha aumentado en doce el número de prisioneros por motivos políticos. De este modo, según su cálculo, en este momento en Cuba existen 80 condenados o procesados por motivos políticos: 63 en la cárcel y 17 bajo licencia extra penal por razones humanitarias o de salud.

La mayoría de las detenciones, según la estrategia represiva de los últimos años, es por unas horas o días. Aunque en algunos casos el arresto se alarga, como es el de las llamadas «damas de apoyo» Yelena Garcés y Sara Marta Fonseca, detenidas el pasado 24 de septiembre y a la espera de juicio. Esta información fue facilitada a ABC por Berta Soler, una de las fundadoras de las Damas de Blanco, las familiares de los presos políticos de la Primavera Negra de 2003, que a pesar de la excarcelación de todos sus miembros en 2010 han visto aumentar el número de seguidoras a más de un centenar. Por ese motivo, las Damas de Blanco también han sido objetivo recurrente de las fuerzas de seguridad todo este verano.

El marido de Berta, Ángel Moya,fue detenido en cinco ocasiones en septiembre, cuatro durante la misma semana. Moya pretendía comenzar desde Guantánamo la «Marcha Nacional Boitel Zapata Vive», en recuerdo a los dos disidentes muertos durante una huelga de hambre en prisión.

Con este aumento de las detenciones, apunta la Ccdhrn, el régimen en el poder en Cuba desde 1959 demuestra su «absoluta falta de voluntad política para mejorar la situación de los derechos civiles, políticos, económicos y culturales de la inmensa mayoría». Mientras tanto, la dictadura envía al resto del mundo «falsas señales» sobre «supuestas reformas». La semana pasada, por ejemplo, autorizó de forma oficial la compra-venta de vehículos, una esperada medida.

El coordinador de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional, Elizardo Sánchez, destaca además el «aumento imparable del descontento popular» y la «posición recalcitrante del régimen de responder al descontento con represión pura y dura». Sánchez descarta que Cuba esté en una «fase de levantamiento popular». Pero señala que el movimiento disidente —que no se inspira en la Primavera Árabe «por razones geopolíticas y sociológicas»— «actúa a la vanguardia de una sociedad que teme pronunciarse».

Berta Soler, sin embargo, cree que «parte del pueblo está despertando del miedo y se está sumando a reclamos que consideran justos». De ahí también el «miedo del régimen, que siente que ha perdido el control y fortalece el brazo represivo como único modo para mantenerse en el poder», agrega Soler. Orlando Luis Pardo Lazo, bloguero desde la isla, se refiere al interés creciente —sobre todo en las provincias de Oriente— por las protestas en la calle. El escritor y periodista Carlos Alberto Montaner ahonda que este fenómeno, «en el que grupos se manifiestan de forma coordinada y simultánea», se extiende a todo el país, ya no es solo La Habana. Montaner considera además que «si bien el miedo existe, cada vez hay más cubanos dispuestos a vencerlo y a disputarle la calle al régimen». Entre ellos, cubanos pobres para los que el albañil negro Orlando Zapata es un símbolo.

Mientras el régimen castrista no ceja en el amedrentamiento, un grupo de opositores lanza una nueva propuesta de unidad para alentar los cambios. Doce disidentes, entre ellos Guillermo Fariñas y ex presos del «Grupo de los 75» como Óscar Elías Biscet, José Daniel Ferrer o Guido Sigler, presentaron ayer en La Habana la «Declaración de Unidad», informa Efe. Su reto es «buscar una unión entre la mayoría» de los grupos de la oposición, «captar» al pueblo cubano y lograr su participación en una alternativa «nacional y viable para llegar a la democracia en la isla», destaca Biscet.