«Caza al inmigrante» a las puertas de Europa
Varias ONG marroquíes denuncian un mayor acoso a los que quieren alcanzar España
LUIS DE VEGA
«A diario, los subsaharianos se mueren por alcanzar Europa en medio de un silencio ensordecedor y la indiferencia total de las autoridades marroquíes». La frase, escrita mientras el presidente Mariano Rajoy y el Rey Mohamed VI mantenían la semana pasada su primer encuentro, forma ... parte del testimonio de un camerunés que lleva una década en el Reino Alauí. Es la realidad contada desde el otro lado, desde allí donde los gritos no alcanzan los despachos y los palacios. Una realidad que no cambia de color aunque los gobiernos sí lo hagan en los dos países.
Este camerunés, Fabien Didier Yene, exige la misma libertad de movimiento para los africanos que para las «riquezas del continente o los turistas occidentales». Y lo hace en una carta pública a las autoridades de Rabat.
Varias organizaciones humanitarias marroquíes habían comenzado el año denunciando el incremento del acoso y el maltrato por parte de las Fuerzas de Seguridad sobre los africanos que se dirigen, sobre todo, a España. Lo califican de «caza al inmigrante». Recuerdan que alguno de ellos ha muerto en los últimos días ahogado sin ser asistido por los agentes. Las razias se suceden incluso en los lugares de culto, iglesias o mezquitas, improvisados en los bosques donde se esconden y malviven.
Crisis de las vallas en 2005
La historia, en definitiva, no ha cambiado mucho desde aquel infausto otoño de 2005, cuando una quincena de jóvenes murieron en las vallas que separan Ceuta y Melilla de Marruecos. No hay estadísticas oficiales, pero varias decenas de miles de inmigrantes africanos siguen deambulando por Marruecos.
Yene se atreve incluso a interpelar al poder para que ni siquiera el Rey Mohamed VI sea ajeno a lo que ocurre: «Que Su Majestad sea informado de la situación real de los subsaharianos que viven en Marruecos».
«El horror no conoce tregua» y las Fuerzas de Seguridad «han multiplicado los arrestos» y son tratados como «bestias salvajes», asegura este investigador que lidera varias asociaciones de emigrantes. Estos hombres, mujeres y niños que son detenidos en Marruecos y enviados en muchos casos a Argelia emigran, dice, como antaño lo hicieron los europeos o como lo siguen haciendo los propios marroquíes. «¿No han sufrido ya ellos mismos suficiente en Europa con los prejuicios y las estigmatizaciones?».
«Los subsaharianos, hoy, son comprados, encarcelados, asesinados, estigmatizados, deshumanizados y cosificados», opina Yene. Esto último lo dice en referencia al diario «Al Massae», el más leído de Marruecos, en el que se les acusa de propagar el sida por el reino. Atrapados por las políticas migratorias, cada vez más africanos se ven obligados a quedarse en el Reino Alauí, que para muchos ya no es un país de tránsito sino de destino.
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