«Zapatero es víctima de sus propias debilidades»

Rangel fue canciller (equivalente a ministro de Exteriores en España) y vicepresidente del gobierno de Chávez hasta el 2006. En su artículo «Piedra de tranca», que firma bajo el seudónimo de «Marciano», en el diario chavista «VEA», analiza «por qué un gobernante como Zapatero se suma al coro contra Venezuela».

Considera que «el presidente venezolano respondió a la inefable actitud de Rodríguez Zapatero. Algo que no les gusta a los políticos profesionales, relamidos, a los que enmascaran sus actitudes», lo que no gusta a los diplomáticos de oficio, que «se la pasan criticando al mandatario venezolano porque no tiene pepitas en la lengua».

Sostiene que Zapatero es «una hoja batida por la tormenta de sus propias debilidades. Su carácter ambiguo, vacilante –criticado por sus propios compañeros de partido- no le permiten dirigir con propiedad España».

Añade que al presidente del Gobierno español « está contra la pared y poco le importa el futuro de las grandes inversiones de los empresarios españoles en Venezuela, los beneficios que éstos han logrado y su presencia en áreas fundamentales como la Faja Petrolífera del Orinoco».