Un nuevo plan de campaña de Putin

Tal reducción forzada del nivel de ambición de Putin significa, en primera instancia, un reconocimiento, al menos parcial, del fracaso de su plan de campaña para la invasión. Plan que tenía a Kiev como objetivo estratégico inmediato, asumiendo que, apoderándose de la capital, se lograría la rendición de su Gobierno, así como el desbaratamiento de una resistencia ucraniana organizada. Algo que, en este primer ciclo de operaciones, no se ha logrado. El destino de Kiev, de momento, es una incógnita de los planes rusos.

Más difícil de interpretar es lo que se puede entender por el «control» del Donbass que, en todo caso, demandaría ocupar más terreno hacia el oeste de esa zona del actualmente comprometido. Así se podrían asegurar incluso sus accesos próximos. En todo caso, al reducir la zona de acción y los objetivos a alcanzar se pueden 'ahorrar' fuerzas, que podrían ser empleadas para las operaciones en otras zonas.

Parece claro, asimismo, que se mantiene vigente el objetivo operacional: la línea Járkov―Dnipropetrovk―Zaporiyia―Jersón, que se elevaría así al nivel estratégico. Tal línea de objetivos ya está alcanzada y asegurada, apoyada en el curso bajo del Dniéper, entre Jersón y Zaporiyia. Habría pues de completarse en su parte norte apoderándose, primero, del codo del Río (Zaporiyia- Dnipropetrovsk), que es el centro de gravedad de la línea. Para, posteriormente, continuar la progresión hacia Járkov combinado con un esfuerzo de tenaza desde Járkov en dirección sur para enlazar físicamente ambos esfuerzos y consolidar tal línea. Restaría, entonces, 'limpiar' la zona embolsada.

De esa forma, el este ucraniano quedaría aislado del resto del país y se podría asegurar no solo el Donbas, sino también el mar de Azov, Crimea y el crítico acceso a esta península sobre el estrecho de Kerch. Naturalmente, eso significa que el sitio de Mariúpol debería ser rápidamente resuelto.

* Pedro Pitarch , general (R), es exjefe de la Fuerza Terrestre de España