Trump aprovecha el atentado para impulsar su agenda antiinmigración

Ayer, en un encuentro de su Gabinete con Paul Ryan , el republicano que preside la Cámara de Representantes, y que acababa de presentar su propuesta para reforma fiscal, Trump anunció que había hablado con el senador republicano Chuck Grassley y otros legisladores de alto rango que trabajan en reforma migratoria para exigirles «la finalización inmediata» de la lotería de permisos de residencia. « El programa presenta debilidades para la seguridad nacional, es muy inseguro para nuestro país y no vamos a dejar que ocurra», dijo. Pero Trump fue más allá y exigió al Congreso que «acabe con la emigración en cadena», por la que la familia directa de emigrantes con residencia legal permanente pueden acceder al mismo estatus. «Debemos tener un sistema basado en la seguridad», dijo el presidente. De alguna manera, Trump relacionaba el atentado en Nueva York, cometido por un emigrante que no había llegado a través de familiares, con la forma en la que muchos residentes legales traen a sus cónyuges o hijos al país. «Tenemos que elegir a gente por su habilidad para contribuir a este país, no elegirlos de una forma aleatoria, sin saber quiénes son o por conexiones familiares lejanas. Hay gente que trae, 24, 25, 26 familiares. Hay que acabar con la emigración en cadena », dijo. Este es un ámbito en el que Trump ha cosechado derrotas en el desarrollo de su agenda sobre inmigración. Los tribunales han derribado o corregido sus exigencias sobre la posibilidad de familiares de emigrantes con visado a entrar en el país.

Las declaraciones también se producen en un momento clave de las negociaciones sobre el futuro de los llamados ‘dreamers’ , miles de personas que entraron como niños a EE.UU. y a quienes Barack Obama otorgó vías legales para acceder a la residencia permanente. Trump se comprometió este verano a acabar con el programa, pero los demócratas han opuesto resistencia. Su estrategia es que se incluya la legalización de esos inmigrantes dentro de las negociaciones sobre presupuesto . Ayer se supo que Trump y los senadores republicanos se oponen a ello, lo que abrirá otra dura guerra legislativa.