«Son los tíos más felices del mundo»
Óscar Vega y Félix del Amo, dos bomberos de Castilla y León, logran rescatar de entre los escombros a un niño de dos años y a otras cuatro personas sepultadas por el seísmo en el país caribeño
«Son los tíos más felices del mundo»
Entre las toneladas de destrucción y los cadáveres que se cuentan por miles, el terremoto que ha asolado Haití también deja escenas para la esperanza: un niño de dos años, Redjeson Hausteen Claude, bajo los escombros, atrapado por la muerte segura, piedra sobre piedra, en ... una montaña de cascotes que un día fue hogar, una mirada furtiva, ojos blancos, piel negra, una pequeña camiseta, un pantaloncito, pide auxilio... y de nuevo vuelve a la vida. Ojos llenos de vida en el infierno de Puerto Príncipe gracias a dos bomberos españoles.
Los héroes de este rescate particular fueron el leonés Óscar Vega y el vallisoletano Félix del Amo. Con el niño entre sus brazos abriéndose camino entre el polvo, el mejor espejo de que el país caribeño todavía late y aún queda mucho por hacer. Es la hora de los héroes. De Castilla y León, de Madrid, de Algemesí, Huelva, Córdoba, Navarra,.. De más partes del mundo. Son nuestros «superhéroes».
Junto al pequeño Hausteen -cuya fotografía a dado la vuelta al mundo abriéndose paso en todos los periódicos-, el equipo de rescate castellano y leonés, del que forman parte dos perros, también rescató a otras cuatro personas que habían quedado atrapadas entre los restos de una vivienda derruida de la capital haitiana.
«Son los tíos más felices del mundo por haber localizado a esas personas», relataba ayer el jefe del Grupo de Rescate de la Consejería de Interior y Justicia de Castilla y León, Miguel Ángel Holguín, en contacto con sus compañeros en Haití. «Estos primeros equipos van a buscar vida, por eso es fundamental llegar antes de 72 horas», añadió.
Ayer, establecer contacto con ellos fue misión imposible. Las comunicaciones apenas funcionan. Para ellos, «bomberos acostumbrados a esos momentos duros y a la satisfacción de rescatar a personas», salvar cinco vidas es el estímulo para continuar trabajando en ese caos.
«Todo bien»
«Ni se imagina la repercusión que ha tenido lo que han hecho y seguro que ha pensado que había que seguir, ir a buscar a otro, continuar trabajando», comentó a ABC la mujer de Félix, quien reconoció haber llorado de emoción tras conocer la gesta de su marido y compañeros. Tuvo que contentarse con un escueto mensaje de móvil: «Todo bien».
Saben que se están «jugando la vida» en un país donde la inestabilidad del terreno afectado por el seísmo sigue siendo un problema y que, sobre todo, el tiempo corre en su contra, pero momentos como el vivido ayer hace que merezca la pena y se pueda olvidar, aunque sólo sea por un instante, que tras cada vida que salvan, atrás quedan otras muchas sepultadas por la ira de la naturaleza.
El bombero Félix del Amo es habitual en las intervenciones del 112. «Adora» su profesión, «tenía unas ganas tremendas por ayudar y quiso ir desde el principio», comenta su jefe. Tampoco lo dudó Óscar Vega, con menos de año y medio de servicio. Se esforzó por hacer realidad su «ilusión».
Óscar, Félix y todos los bomberos, médicos, enfermeros desplazados a Haití prosiguen sin descanso la misión. «Salvar vidas. No se puede parar». Son nuestros «Supermanes» en Haití.
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