Tensión a los dos lados del muro ante los discursos de la ONU

«Las expectativas eran muy altas, pero después del discurso de Obama ya ha quedado claro que no tenemos nada que hacer. Los americanos siguen apoyando al ocupante», lamenta Mohamed, que acude al rezo acompañando a su padre. Israel está en estado de «alerta máxima» ante el riesgo de incidentes y se ha reforzado la presencia de miembros de las fuerzas de seguridad en los puestos de control. La ciudad vieja se ha convertido en una especie de cárcel al aire libre en la que cada pocos metros se formaban cordones policiales para frenar el paso de la gente.

Mientras desde el lado palestino las autoridades llaman a manifestarse de forma pacífica en todo el territorio, los israelíes desconfían de las intenciones del enemigo y poniendo como ejemplo las dos primeras intifadas apuestan por el reforzamiento de la seguridad como medida preventiva. Estas medidas extraordinarias se han extendido a los asentamientos donde grupos especiales de jóvenes han sido entrenados durante las últimas semanas y entrarán en acción en caso de que sea necesario, según informan la prensa israelí.