Strauss-Kahn, inculpado por proxenetismo en banda organizada

Se trata de uno de los escándalos más llamativos de la historia política nacional e internacional de las últimas décadas, pero el protagonista sigue beneficiándose de una cierta “piedad” política e informativa.

A treinta días de la primera vuelta de las elecciones presidenciales, nadie desea recordar que Strauss-Kahn fue ministro de Economía y el socialista más influyente desde la muerte de François Mitterrand. La policía ha descubierto que ese personaje central en la vida política francesa tenía una vida prostibularia muy intensa.

Los tres jueces de Lille, en el Norte de Francia, que han inculpado a Strauss-Kahn por proxenetismo y proxenetismo organizado en banda de delincuentes, llevan varios años recogiendo los testimonios de prostitutas y proxenetas con los que el candidato socialista a la jefatura del Estado, hasta hace diez meses, tuvo relaciones de todo tipo en Lille, Bruselas, París, Washington y Madrid.

«Liberation» y «Le Point» han publicado numerosos textos y mensajes personales de Strauss-Kahn “dialogando” con prostitutas y proxenetas, en los términos de la más tórrida intimidad. El inculpado escribía a un proxeneta amigo: “Oye, ¿te va un viaje a Madrid, con chicas. Conozco un club muy bueno”.

Los jueces han interrogado a un número importante de prostitutas con las que Strauss-Kahn tuvo trato continuado, tras haber sido nombrado presidente del FMI, por iniciativa personal de Nicolas Sarkozy. Todas ellas han contado por lo menudo como Strauss-Kahn se “escapaba” de su vida oficial y familiar para participar en “fiestas”, orgías y “camas redondas” organizadas en su honor en un hotel próximo a la sede oficial del FMI.

La justicia ha impuesto a Strauss-Kahn una fianza de 100.000 euros para poder quedar en libertad provisional y poder responder ante un tribunal del Bronx, en Nueva York, de las denuncias de una camarera, negra, inmigrante pobre, Nafisstou Diallo, que denunció abusos y violencias sexuales, seguidos de un intento de violación, en un hotel de Nueva York.