Secretismo en torno a la salud del príncipe heredero saudí

Nayef, de 78 años , viajó al extranjero el mes pasado para

someterse a pruebas médicas, y desde entonces no ha vuelto a saberse gran cosa. Nada insólito en el «régimen de los siete mil príncipes», regido por los hijos aún vivos del fundador que ya superan los 80 años, y en torno a los que siempre se guarda un absoluto secreto en materia de salud.

Hasta hace poco se consideraba a Nayef en plena forma, y dispuesto a suceder en cualquier momento al frente de la primera superpotencia petrolera al rey Abdulá , que frisa los 90 años y lleva tiempo apartado del gobierno por su mala salud. No obstante, Nayef ha hecho ya dos largos viajes secretos a Estados Unidos para someterse a pruebas médicas en menos de tres meses.

Considerado un «duro» dentro del régimen -ha reprimido sin piedad tanto a los liberales reformistas como a los islamistas de Al Qaida-, su desaparición abriría un proceso muy complicado de sucesión, porque son muchos los candidatos que aspiran entre bastidores al trono. El más cercano puede ser el ministro de Defensa, Salman , que tiene fama de ser más abierto a las reformas que Nayef, o el número «dos» del ministerio del Interior, el príncipe Ahmed.

El príncipe heredero saltó hace tres días a los titulares por razones pintorescas. Una de sus esposas repudiadas, la princesa Maha Al Sudairi , abandonó el hotel de lujo en el que se alojaba en París dejando sin pagar una cuenta de seis millones de euros.