Una juez acusa a Sarkozy de recibir dinero negro de Bettencourt

Se trata de un escándalo sin precedentes: una juez en ejercicio revela públicamente secretos de una instrucción que tuvo a su cargo , lanzando acusaciones excepcionales contra el presidente de la República.

Isabelle Prévost-Desprez hace tales acusaciones en un libro escrito por dos periodistas que trabajan en el vespertino «Le Monde» , Gérard Davet y Fabrice Lhomme, autores de «Sarko M'a tuer» (Stock), que debe distribuirse este jueves, compilando testimonios acusadores contra Sarkozy, de muy diversa naturaleza.

Las acusaciones de la juez Prévost-Desprez son las más graves y escandalosas. Esta juez tuvo a su cargo los capítulos financieros del escándalo Bettencourt, hasta que el ministerio de Justicia decidió quitarle la instrucción, para trasladarla al Tribunal de Burdeos, donde sigue su incierto curso.

En cólera, la juez ha decidido revelar testimonios graves, prohibidos y penalizados por la legislación en materia de secreto de la instrucción.

Según la juez, la excontable de Liliane Bettencourt, Claire Thibout, y una enfermera, habrían declarado en su despacho oficial haber visto a Sarkozy recoger sobres llenos de fajos de billetes, durante la campaña de las elecciones presidenciales del 2007. La juez afirma que ambas testigos hicieron esa afirmación, coincidente, ante ella y ante su secretaria, después de haber hecho declaraciones «menos directas» durante los interrogatorios oficiales de la instrucción.

Con esas afirmaciones, ratificadas por la juez, en vísperas de la publicación del libro acusatorio contra Sarkozy, Isabelle Prévost-Desprez viola expresamente las normas deontológicas de su profesión, relanzando contra el presidente de la República acusaciones de alcance incalculable.

La jerarquía judicial está obligada a abrir una investigación disciplinaria contra la juez , que tiene conciencia de la gravedad de sus acusaciones y comportamiento profesional.

Los jueces que instruyen los distintos capítulos pendientes del escándalo Bettencourt deberán decidir, o no, nuevos interrogatorios de la secretaria y enfermera de la multimillonaria. En términos jurídicos, no parece haber pruebas de tales acusaciones y se trataría de un enfrentamiento a primera sangre verbal, «palabra contra palabra». En términos políticos, el escándalo puede causar estragos.