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Rosario Murillo: una mujer ávida de poder y de esotéricos amuletos

Muchos dicen que la Primera Dama de Nicaragua es la responsable de las decisiones de su marido

Una mujer se columpia en un parque en el que cuelga un cartel de la campaña de Ortega y Murillo en Managua, Nicaragua EFE

MARIA JESUS GUZMÁN

A sus 65 años, Rosario Murillo no pasa desapercibida. De complexión delgada y cabello oscuro y exuberante, la esposa del presidente de Nicaragua va siempre ataviada con ropajes coloridos y llamativos; así como con un sinfín de joyas: 28 anillos, siete collares y seis brazaletes, ... armas para enfrentar el mal y alejar a los demonios. Amante del esoterismo defiende con ahínco el poder de amuletos como la Mano de Fátima, pintada en uno de los muros de la Casa Presidencial, como emblema de la cultura maya, de la continuidad de todas las cosas y de la compasión.

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