Refugiados sin fronteras y sin freno

El flujo de personas que huyen y necesitan ser acogidas no cesa. Solo el año pasado 800.000 escaparon de sus países y se unieron a esta lista de 44 millones de desplazados, según la ONU

luis de vega

«Noland» es el último país nacido sobre la tierra, lo hace hoy, 20 de junio de 2012, Día Mundial de las Personas Refugiadas. No lo busquen en los mapas porque es un país virtual. Pero, en definitiva, un país que cuenta con ... una población de casi 44 millones de habitantes , según cifras de la ONU. Todos ellos son refugiados y desplazados que no pueden regresar a sus lugares de origen o que se ven obligados a vivir lejos de sus casas.

«Un sufrimiento a escala épica» , como dice el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, un organismo para el que Afganistán sigue siendo campeón mundial de refugiados con 2,7 millones.

Con 800.000 personas cruzando fronteras huyendo de sus países , el año 2011 ha sido calificado de año récord en cifras de refugiados, según el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados ( ACNUR ). Es la mayor cifra de personas desde el año 2000.

Frente a ese virtual «Noland» (algo así como Sintierra en inglés), iniciativa de la ONG Entreculturas , se halla una cruda realidad que responde al nombre de Dadaab. Se trata del campo de refugiados más grande del mundo, está en Kenia y no son pocos los que exigen que se busquen soluciones a este infierno en la tierra que, a pesar de todo, da cobijo de manera provisional a más de medio millón de somalíes desde hace dos décadas. Y el goteo de ciudadanos que deambulan sin casa, sin pertenencias y apenas sin esperanzas no cesa. Lo que empezó siendo un refugio provisional se ha alargado en el tiempo y los que llegaron como nómadas son ahora sedentarios.

Hoy en día, «una persona que se convierte en refugiado tiene muchas más posibilidades de permanecer en esa situación por muchos años, a menudo en u campo de refugiados o viviendo en situación de precariedad en algún barrio urbano», advierte ACNUR.

La ONG Médicos Sin Fronteras (MSF) alerta de este hecho y de la inseguridad reinante en la zona, lo que a menudo impide a las agencias humanitarias y otras organizaciones poder atender a los refugiados. Sin ir más lejos, dos españolas de MSF fueron secuestradas por hombres armados en los alrededores de Dadaab el pasado octubre y trasladadas a la vecina Somalia, donde ocho meses después siguen a la espera de ser liberadas. Se trata de Blanca Thiebaut y Montserrat Serra .

Todas las personas que viven en Dadaab lo hacen «en condciones cada vez más inseguras y sin otro lugar en el que encontrar refugio», dice esta organización humanitaria en el informe «Dadaab, un refugio incierto» hecho público el martes. «Dadaab ha dejado de ser un refugio», opina Elena Velilla, de MSF. «Está claro que el modelo actual de campos no funciona».

Hasta el año pasado, según el informe «Tendencias globales 2011» de ACNUR , en el mundo había 15,2 millones de refugiados, 26,4 millones de desplazados internos y 895.000 demandantes de asilo.

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