La UE refuerza el control de las fronteras para combatir el yihadismo

Francia no es un país cualquiera dentro de la UE y por ello aunque se trataba de una reunión ordinaria, los ministros europeos aprobaron una solemne declaración conjunta en la que reafirman su absoluta unidad solidaridad en la lucha contra el terrorismo. Sin embargo, no quisieron nombrar abiertamente el origen de la amenaza puesto que para lograr el consenso absoluto tuvieron que eliminar la referencia expresa al papel del radicalismo islámico en estos ataques. Por su cuenta, países como Austria ya han anunciado la creación de un delito llamado «ejercicio del islam político» que permitirá detener a activistas radicalizados aunque no hayan entrado en acción. En la declaración se afirma que «nuestra lucha contra el terrorismo no se dirige contra ninguna creencia religiosa o política, sino contra el extremismo fanático y violento». En este sentido, se insta a la Comisión que apoye las iniciativas que ayuden a comprender las causas de raíz del extremismo y se aboga por «promover que la educación y formación religiosa, preferiblemente dentro de la UE, esté en línea con los derechos y valores fundamentales europeos».

A cambio de lograr que no se mencionase expresamente al islam, países como España tuvieron que aceptar en la declaración aprobada ayer una mención a la exigencia de que los inmigrantes que vienen a vivir a Europa tienen la obligación de esforzarse por integrarse en el modo de vida europeo, lo que de otro modo también puede interpretarse como un intento de vincular terrorismo con inmigración.

Los ministros han recordado también un proyecto legislativo que está sobre la mesa en el Consejo y que prevé instruir a la Comisión para que elabore un proyecto de reglamento para permitir que la policía tenga acceso con control judicial a las comunicaciones encriptadas como WhatsApp o Telegram.

El ministro alemán de Interior, Horst Seehofer, cuyo país preside el Consejo de la UE este semestre, dijo que el documento pretendía enviar «una señal fuerte» de que estamos juntos en esto» y un mensaje a los ciudadanos «a los que les hemos prometido que van a estar protegidos en su casa y por ello creemos que todo aquel que entra en el espacio Schengen tiene que ser controlado para poder garantizar la seguridad en el interior de la UE».

Cuando terminaban, a media tarde del viernes, las ceremonias que se sucedieron, en París, Gérald Darmanin, ministro del Interior, hizo esta declaración: «Francia ha sido escuchada por los aliados europeos. Mis colegas de toda la Unión han confirmado el compromiso común con una lucha que afecta a la seguridad de toda Europa». El ministro también anunció que los prefectos ha recibido la orden de intensificar los controles, policiales y sanitarios porque «el confinamiento no debe hacernos olvidar que estamos en estado de alarma máxima».

La reforma de la legislación del Espacio Schengen que propone Francia incluye la creación de un Consejo de seguridad interior, llamado a «controlar» «dirigir» y «sancionar», eventualmente, el incumplimiento de las políticas policiales comunes. Clément Beaune , secretario de Asuntos Exteriores, explica el «deseable» trabajo del futuro Consejo de seguridad interior, europeo, de este modo: «Hay que verificar que cada Estado controla bien las fronteras europeas. El Consejo deberá evaluar y pudiera sancionar a un Estado que no proteja suficientemente las fronteras europeas». La Comisión, por su parte, intentará preservar el principio de libre circulación interior, que es uno de los logros más importantes y emblemáticos de la construcción europea.