Los rebeldes conservadores que derrotaron a May le piden acercarse a los laboristas para un Brexit blando

Al menos dos de estos rebeldes «tories» ya habrían hablado, según los medios británicos, con altos cargos del Ejecutivo para formar una pequeña alianza con laboristas. Se dirigen sobre todo a los miembros del Gobierno británico que más apoyan el Brexit blando como son el ministro de economía, Phillip Hammond o la del interior, Amber Rudd.

Los « amotinados », como les han denominado los periódicos sensacionalistas ingleses, creen que esta postura favorecería a la primera ministra para conseguir una relación cercana y futura con la UE, lo que podría incluir la continuidad de Reino Unido en el mercado único y en la unión aduanera y así de paso evitar rebeliones futuras pero esta vez por parte de los brexiter conservadores.

Dominic Grieve, el líder de los rebeldes y los suyos contarían con el apoyo de un gran grupo de laboristas, liderados por Chuka Umunna al que llaman el «Obama británico», con los que podrían conseguir una mayoría clara que apoyase al Gobierno y a la mayoría de diputados conservadores que prefiere un Brexit blando.

Mientras tanto, la propia Theresa May reúne hoy a parte de su Gabinete para empezar a trazar la línea de estrategia para la segunda fase de negociaciones con la Unión Europea. Se volverá a encontrar la «premier» con un Ejecutivo partido en dos entre brexiters, como Boris Johnson y el ministro de medio ambiente Michael Gove que abogan por la salida inmediata del mercado único y el control de las fronteras, con los partidarios de una salida más ordenada, como son los antes mencionados Hammond y Rudd.

Después de esta reunión, que también llevará a cabo mañana, le tocará volver al Parlamento a actualizar a los diputados como fue la cumbre europea de la semana pasada en la que la UE dio ya luz verde definitiva a pasar a esa a esa segunda fase de negociaciones. En ella se abordará el periodo de implementación pedido por Reino Unido y, sobre todo, la futura relación económica entre ambas partes, algo que buscaba el Gobierno británico desde un principio.