La pregunta del millón
La pregunta sometida ayer a referéndum era lo suficientemente enrevesada como para confundir incluso a un experto constitucionalista: «¿Aprueba usted la enmienda de los artículos 160, 162, 174, 192 y 230 de la Constitución de la República tramitada por la Asamblea Nacional, que amplía los ... derechos políticos del pueblo, con el fin de permitir que cualquier ciudadano o ciudadana, en ejercicio de un cargo de elección popular, pueda ser sujeto de postulación como candidato o candidata para el mismo cargo por el tiempo establecido constitucionalmente, dependiendo su posible elección exclusivamente del voto popular?».
Las modificaciones realizadas por el Parlamento suprimen las frases «por dos períodos consecutivos como máximo» y «de inmediato y por una sola vez, para un nuevo período» en los mencionados artículos. Éstos son los relativos a la reelección del presidente, gobernadores, alcaldes y diputados regionales y nacionales.
El 2 de diciembre de 2007, Hugo Chávez y la Asamblea Nacional sometieron a referendo 69 reformas a la Constitución. Entre ellas, una nueva redacción del Artículo 230: «El período presidencial es de siete años. El presidente o presidenta de la República puede ser reelegido o reelegida». La propuesta fue rechazada por 116.868 votos (1,31 por ciento) con el 94 por ciento de las actas escrutadas, resultado que el Consejo Nacional Electoral calificó como irreversible (Chávez tildó de «victoria de mierda» para la oposición aquella derrota en las urnas).
Papeletas no escrutadas
Los partidos opositores pasaron página y los magistrados del Supremo desbarataron los recursos judiciales que solicitaban conocer el conteo total. «El Nacional», diario al que no se le pueden adjudicar veleidades progubernamentales, revelaría que dejaron de contarse las papeletas de 1.810.186 potenciales electores. Esas 4.542 actas no computadas corresponderían a mesas en las que el oficialismo obtuvo clara mayoría en las presidenciales de 2006.
Esto dio pie a que algunos dirigentes del Gobierno sostuvieran que Chávez pudo haber ganado el referéndum con una ventaja mínima. Luis Camargo, diputado del oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela, dice estar «convencido de que el “Sí” ganó con poco margen. Pero eso no era conveniente para el país. No era creíble que el Gobierno ganara con tan poquita diferencia». El propio Chávez, al reconocer su derrota, rechazó la posibilidad de haber obtenido una «victoria pírrica (que) más bien hubiese sido catastrófica».
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