Pinochet hizo todo lo posible para ocultar a los herederos de su fortuna

El documento de tres páginas consigna el cambio de Óscar Aitken por la abogada Julia Hormazábal , pero no aporta detalles sobre nuevos bienes ni sobre los eventuales herederos de los más de 26 millones de dólares que acumuló mientras estuvo en el poder entre 1973 y 1990.

La diligencia judicial, ordenada por la magistrada Soledad Araneda del Tercer Tribunal de Santiago, fue solicitada por el Consejo de Defensa del Estado (Fiscalía), entidad que mantiene embargados los bienes y cuentas bancarias de Pinochet, y busca determinar si hay nuevos fondos ocultos, así como quiénes son los herederos de estos capitales.

En el curso de las investigaciones sobre el dinero de Pinochet, la Justicia ha logrado determinar que al menos 18 millones de dólares están en cuentas bancarias en el exterior, principalmente en el Banco Riggs de Estados Unidos y en entidades financieras localizadas en paraísos fiscales. Para ocultar su fortuna, Pinochet utilizó, según la Justicia, más de una veintena de nombres falsos.

A la apertura del testamento de Pinochet, redactado y depositado en una notaría en 2005, asistieron la juez Araneda, el abogado del Consejo de Defensa del Estado, Álvaro Quintanilla , y los testigos Carmen Carmona y Jorge Aguilera, amigos de la familia Pinochet.

En el momento de modificar su testamento en 2005, Pinochet ya era investigado por la Justicia y el hasta entonces albacea, Óscar Aitken, aparecía acusado como el articulador del esquema de ocultamiento de la fortuna forjada por el traspaso ilegal de recursos públicos, comisiones por venta de armas y evasión de impuestos.

Desilusionado por los resultados de la diligencia, el abogado fiscal Álvaro Quintanilla aseguró que solicitará la apertura de otro testamento de Pinochet, escrito en el año 2000 , donde espera encontrar información sobre nuevos bienes y, sobre todo, los nombres de los herederos del dictador.