La OTAN tiene «pruebas» de que algunos militares turcos purgados han sido «torturados» en la cárcel

Según han revelado militares turcos cesados por Ankara al diario 'La Libre Belgique', 42 de los 53 oficiales destinados en la sede de la OTAN en Bruselas han sido despedidos y 80 de los 100 en el cuartel militar de la Alianza Atlántica (SHAPE), ubicado en Mons.

En total, alrededor de 450 de 600 oficiales turcos en las diferentes bases de la OTAN, incluidas las de Ramstein (Alemania), Norfolk (EEUU) y Nápoles (Italia) han sido relevados. «A partir de septiembre, recibimos avisos de suspensiones. La lista principal llegó el 27 de septiembre, afectaba a 221 militares turcos destinados en la OTAN. Una segunda lista llegó el 30 de septiembre con 240 nombres», ha explicado un coronel turco 'purgado' al rotativo belga bajo condición de anonimato.

El militar turco ha explicado que las autoridades turcas no les explicaron el motivo de su cese. «Sólo nos decían que regresáramos sin más explicaciones», ha precisado, al tiempo que ha relevado que 19 de los militares que sí volvieron a Turquía, «han sido encarcelados». Dejaron de recibir su salario a finales de septiembre y sus pasaportes diplomáticos han caducado. «Ha habido detenciones arbitrarias, sanciones sin el proceso debido. Algunos de ellos han sido torturados en la cárcel. Tenemos las pruebas», ha relevado una fuente de la Alianza Atlántica al rotatitvo belga.

La mayoría ha decidido quedarse en Bélgica por ello. Más de un centenar de familias de oficiales militares turcos acusados de ser «terroristas» han pedido asilo en Bélgica. Cada tres meses renevan la documentación a la espera de recibir un estatuto de asilo más permanente.

El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg , ha instado a las autoridades turcas a respetar el Estado de Derecho en su respuesta al golpe de Estado fallido y ha dejado claro que compete a los países aliados individuales decidir si conceden el asilo a los militares turcos purgados y a las autoridades turcas decidir a los militares que envían a la OTAN. «Vivir esto ha sido difícil», ha admitido la mujer de uno de los oficiales turcos cesados que trabajaba en SHAPE, que ha recordado que tuvo que explicar a sus tres hijos por qué lloraba su padre tras ser designado como un terrorista. La familia se ha mudado a un barrio discreto, lejos de la comunidad turca para evitar ser denunciada. «Queremos restablecer nuestro honor. Hemos sacrificado nuestra vida por nuestra patria y ahora nos dicen adiós», ha subrayado.

Otra de las mujeres de otro oficial purgado ha recordado que antes de mudarse a Bélgica era asistente social y se ocupaba de los refugiados en Turquía . «Ahora soy yo la que tengo este estatus. Nunca hubiera imaginado esto», ha admitido.