Netanyahu visita en secreto el Kremlin en plena crisis del «Arctic Sea»

¿Dónde se metió Benjamin Netanyahu desde el pasado lunes por la mañana y durante más de14 horas?. Cuando arrecian las presiones de Estados Unidos para que Israel congele los asentamientos, cuando el choque con Washington parece inminente después del desafío de Tel Aviv de ... dar luz verde a nuevas viviendas colonas, la prensa local se ha preguntado por esta «ausencia inusual» de su primer ministro.

Un «misterio», decía el pasado martes el rotativo «Yedioth Ahron». ¿Estaría Netanyahu en un viaje «al extranjero» tratando quizás de frenar in extremis un conflicto con los norteamericanos? ¿Se trató de un vuelo relámpago «a un país árabe»?, apuntaba el diario londinense «Al Hayat». Pero no. Un comunicado oficial trataba de pinchar la burbuja de rumores al informar de que Netanyahu había estado «visitando instalaciones de seguridad en Israel». Y todos los analistas interpretaron con alivio que, por supuesto, habría pasado el día despachando en el Mossad invitado por su director, Meir Dagan. Pero tampoco. La última versión es que «Bibi» viajó clandestinamente a Rusia para disuadir al Kremlin de vender misiles a Irán.

Con el desmentido por delante del portavoz de Vladimir Putin -el primer ministro ruso siguió el lunes su agenda y «no incluyó una reunión con Netanyahu»-, todas las filtraciones parecen sostener esa hipótesis. E incluso alimentan las especulaciones más jugosas que relacionan esta escapada con el incidente del «Artic Sea», el barco de bandera maltesa que fue abordado el pasado 24 de julio en el mar Báltico cuando realizaba un trayecto entre Finlandia y Argelia, tras lo que estuvo semanas en paradero desconocido.

Misiles rusos

La Armada rusa se ocupó de recuperar el carguero en aguas de Cabo Verde. Informaciones posteriores aseguran que, en realidad, cayó en manos de piratas en el Atlántico cuando transportaba misiles de defensa áerea rusos con destino a Irán. Los servicios sercretos israelíes estaban al tanto.

Ni los apremios norteamericanos sobre el proceso de paz, ni los cohetes de Hamás, ni la cainita política nacional israelí provocan a Netanyahu tantos desvelos como un posible Irán nuclear. La Radio Israelí ha confirmado que en su visita a Moscú estuvo acompañado por su secretario militar, general Meir Kalifi, y el director de Seguridad Nacional, Uzi Arad. Como mar de fondo, el acuerdo que Rusia firmó hace dos años para vender a Irán misiles antiaéreos de largo alcance S-300, que hoy por hoy no consta que hayan llegado a su destino.

Si se confirma la misteriosa visita, quizás no sean entregados nunca. Moscú debe a Tel Aviv que el verano pasado aceptara cancelar a petición suya la venta de tanques y aviones no tripulados UAV a Georgia. Moscú quiere celebrar este año una conferencia internacional sobre Oriente Próximo, que no tendría ningún valor si Israel se niega a acudir. Netanyahu sabrá...

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