elecciones en egipto
Mohamed Mursi, el funcionario de los Hermanos Musulmanes
Incluido a última hora, la capacidad de movilización de la cofradía compensa la anodina presencia de este ingeniero formado en EE.UU.
Mohamed Mursi, el funcionario de los Hermanos Musulmanes
Mohamed Mursi es el perfecto funcionario de los Hermanos Musulmanes , la cofradía en estado puro. Discreto hasta rozar lo insulso, le achacan sus críticos. Una pieza más en el engranaje de una organización con más de 80 años de experiencia, con ... un proyecto fuerte, defiende la hermandad.
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Nació en la provincia de Sharquiya , en el delta del Nilo, donde la cofradía tiene hoy uno de sus baluartes. Estudió ingeniería en El Cairo y amplió sus estudios en la Universidad de California, en Estados Unidos, donde fue profesor asociado y donde nacieron sus hijos.
Mursi ha endurecido su discurso para pelear el voto salafista
Mursi, que en los carteles electorales del Delta presenta una barba menos recortada que los que la cofradía ha repartido en la capital, ha acabado siendo el candidato presidencial de los Hermanos Musulmanes casi por accidente. Fue incluido a última hora cuando la cofradía empezó a sospechar que su primera opción, el duro pero carismático Jairat al Shater , podía ser descalificado. Sin embargo, su anodina presencia se compensa con la fuerza y la capacidad de movilización del grupo que lo sostiene.
Tiene experiencia en la política, ya que fue diputado durante 5 años y es, además, el presidente del Partido Libertad y Justicia , la marca electoral de los Hermanos Musulmanes.
Mursi ha sido durante años un vasallo fiel de Al Shater, y ambos han representado el ala más conservadora de la cofradía, que ahora mismo controla el grupo desde el ascenso de Mohamed Badie como «guía supremo». Esta tendencia, pero también el hecho de que la hermandad tenga que pelear en estos comicios por el voto salafista, ha endurecido el discurso de Mursi, al que los Hermanos presentan ahora como guardián de la fe. Eslóganes como «el Corán es nuestra Constitución, la sharia [ley islámica] nuestra guía», que apenas se escucharon en los pasados comicios legislativos –al menos en la capital-, ahora son comunes en sus mítines.
La baza de la estabilidad
El partido ultraconservador y fundamentalista «Al Nur» ha dado su apoyo oficialmente a Abdelmoneim Abul Futuh, pero sus seguidores están divididos, y es más que probable que muchos de ellos acaben decantándose por Mursi. Safwat Higazy, un telepredicador salafista muy popular en Egipto, es una constante en sus mítines. « Camino este sendero para satisfacer a Dios y por preocupación por nuestra nación y nuestra gente », se le escuchó a Mursi en un mitin en Mahalla al Kubra, la ciudad en la que se produjeron las primeras protestas en el año 2008, y en la que los Hermanos iniciaron la campaña electoral.
Musri ha heredado de Al Shater el programa «Nahda» («renacimiento»), un plan a largo plazo para transformar y desarrollar Egipto en los próximos 20 años . Sus asesores aseguran que una de las principales bazas de Mursi es que podrá traer estabilidad a la política egipcia, ya que habrá una sintonía total entre la Presidencia y el Parlamento, donde los Hermanos Musulmanes controlan más del 40% de los escaños .
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