Mezuar pide «soluciones inteligentes» para las relaciones Madrid-Rabat

Salahedine Mezuar , líder de la Agrupación Nacional de Independientes (RNI) y serio candidato a ser próximo jefe de Gobierno, ha acudido a votar acompañado de su mujer, su hijo y su hija. El ministro, bien visto por el rey Mohamed VI como posible nuevo jefe del Ejecutivo, reconoce que durante los años de gobierno del PSOE se «ha logrado una base sólida» en las relaciones bilaterales pero que hay que trabajar más a nivel de sociedades civiles para « poner fin a los estereotipos ».

Casi a la misma hora y en el mismo centro ha votado el actual primer ministro, Abbas El Fassi , líder del nacionalista Partido Istiqlal . No se aprecian en exceso y el saludo se ha producido por la presencia de media docena de reporteros gráficos. Frente a Mezuar y el RNI, que forman parte de una coalición de ocho formaciones conocida como el G8, se presentan los islamistas moderados del Partido Justicia y Desarrollo (PJD). Su líder, Abdeliah Benkirán ejercía su derecho a voto casi a la misma hora en el barrio Les Orangers , cerca del centro.

El PJD se presenta como la primera fuerza del país y sus miembros han repetido en más de una ocasión que van a ganar las legislativas de hoy y que si las irregularidades se lo impiden tomarán la calle. Esas amenazas «son una declaración muy grave», opina Mezuar, que tiene un buen nivel de español. «Es una manera de aterrorizar a la población». Mezuar afirma que no se aliará con los islamistas y Benkirán dijo el miércoles en su último mitin que el actual ministro se ha negado a celebrar con él un cara a cara televisado.

La tasa de participación, que se conocerá esta noche, es una de las grandes incógnitas en un país poco dado a ir en masa a las urnas. Mezuar espera sin embargo que se supere la pobre tasa del 37 por ciento registrada en las últimas elecciones . «Estoy seguro de que el nivel de participación va a ser más alto que en 2007», afirma.

La afluencia de votantes era esta mañana más nutrida en los barrios populares de la capital. Algunos electores acudían con su alfombra debajo del brazo antes de acudir en la mezquita a la « hutba », el sermón del viernes, el más importante de la semana para los musulmanes. A las cinco de la tarde, dos horas antes de la hora prevista para el cierre de los colegios (las siete en Madrid), la tasa de participación era del 34 por ciento .