El peso de la indiferencia ante las urnas

El recuerdo de las últimas elecciones, con un 37 por ciento de participación , es una buena muestra de lo lejos que están los ciudadanos de la política. Este dato es, además, ciertamente engañoso teniendo en cuenta que aproximadamente un 25 por ciento de los 22 millones de ciudadanos con derecho a voto no acudieron a recoger la tarjeta que les da derecho a ejercerlo. Se trata, aparentemente, de un cóctel de hartazgo, abstención y desconfianza .

Efectivamente, el principal caballo de batalla será el pasotismo generalizado de la población ante unas formaciones que tienen muy poco calado en la sociedad . Muchos de los espacios pintados en las paredes a base de cuadros negros para que los partidos peguen sus carteles permanecen en blanco dos días antes de los comicios legislativos.

Y muchas de las personas que reparten propaganda por las calles lo hacen como una aparente manera de ganarse la vida , sin tener ni idea de qué es lo que distribuyen. Varios niños y jóvenes pasean por las calles céntricas del barrio de Ahdal de Rabat bajo la lluvia entregando folletos a los transeúntes. Kamal , uno de ellos, reconoce que no sabe qué es lo que propugna el partido para el que supuestamente trabaja, que tiene por logotipo un tractor. Un hombre que camina por la acera retira la mano para no recibir los papeles. «A mí no me verán votando», dice seco.

El Partido Autenticidad y Modernidad (PAM), este del tractor, surgió con fuerza gracias al empuje de Fuad Ali Himma , un ex hombre fuerte del Ministerio del Interior y amigo íntimo del rey Mohamed VI . Cuenta con 55 diputados en el Parlamento gracias a la ola de transfuguismo generada por la alargada sombra del palacio, que supuestamente iba a hacer del PAM la fuerza líder y el azote de los islamistas.

La formación pegó fuerte y venció en las elecciones locales de hace dos años, pero desde que empezaron las protestas en la calle a principios de 2011 el PAM ha sido una de sus víctimas. Himma ha decidido finalmente no presentarse a diputado y el partido forma parte de la denominada Alianza por la Democracia integrada por ocho partidos aunque no concurren juntos a las urnas. Mientras, los islamistas no dejan de subir como la espuma .