Al menos 25 muertos, entre ellos un policía, en una operación antidroga en una favela de Río de Janeiro

Según la cadena de televisión Globo, los habitantes de Jacarezinho informaron de que la Policía entró en el barrio en tanques blindados, disparando e incluso arrojando granadas sobre el área de la favela, haciendo que las personas se escondiesen en sus casas y que algunos de los bandidos escapasen. Entre los muertos, la Policía informó de que 24 de ellos eran sospechosos, y que la vigésimo quinta víctima era el policía civil André Frías, que falleció con un disparo en la cabeza.

En las redes sociales, diversos usuarios reflejaron el pánico dentro de un vagón de la línea 2 del metro , en la estación de Triagem, donde dos pasajeros fueron heridos por balas perdidas, uno con un tiro en la cabeza, y otro en la pierna. Los tiros coincidieron con el momento en que el tren salió del túnel subterráneo a la superficie cerca a Jacarezinho. Los dos pasajeros sobrevivieron.

Otros vídeos grabados con móviles registraron el sonido de ráfagas de disparos de fusil y de explosiones de bombas en diferentes puntos de Jacarezinho. Las imágenes de helicópteros muestran las calles estrechas de la favela, que es una de las más grandes de la ciudad, completamente vacías.

Habitantes de Jacarezinho realizaron denuncias ante la oficina de defensa pública, relatando abusos y violencia de la Policía, e incluso que el número de muertos podría ser mayor. El defensor, Guilherme Pimentel, informó que las denuncias serán investigadas.

La prensa local registró también la historia de una novia con boda marcada, y de una embarazada con una cesárea, también programada, que necesitaron de ayuda para salir de casa. Dos puestos de vacunación contra el Covid-19 tuvieron que ser cerrados.

«Hay muchos muertos», informó un representante de los vecinos que no quiso identificarse por miedo. «Las familias están desesperadas, intentando acercarse a los cuerpos, y la Policía no deja», informó una mujer, también bajo condición de anonimato. Hay denuncias también de confiscación de teléfonos móviles de vecinos que estaban grabando para difundir esa guerra en internet.

«Ayer estuve en Jacarezinho para organizar la distribución de verduras que haríamos hoy. Los intensos disparos convirtieron la escena en un infierno. Muchas familias estaban preparadas para recibir su comida ahora por la mañana. Estoy cerca de la comunidad y limitado», declaró a Globo, Lucas Louback, coordinador del proyecto Río de Paz, que lleva donaciones a las favelas, barrios pobres, donde la situación económica de las familias viene empeorando desde el comienzo de la pandemia.

Según la plataforma digital ‘Fogo Cruzado’, el número de muertos de esta operación es ya el mayor registrado desde 2016, cuando comenzaron sus estudios sobre la violencia armada en Río de Janeiro.

Se trata también de la operación más violenta desde el inicio de la pandemia, pues desde junio del año pasado, la Corte Suprema había suspendido las entradas violentas de la policía en las favelas, autorizada sólo en casos excepcionales.

La principal corte del país había tomado esa decisión a partir de denuncias de que la policía estaba aprovechando la pandemia para realizar operaciones, sabiendo que los habitantes no salían de casa.