Mark Rutte busca una coalición para el próximo Gobierno holandés

A pesar de que las elecciones siguen a la dimisión del Gobierno por el escándalo del uso de criterios racistas y xenófobos en la distribución de ayudas sociales , lo más probable es que Rutte vuelva a liderar el Gobierno con un mayor respaldo para el primer ministro, pero también con fuertes caídas para otros miembros de la coalición saliente.

Los medios holandeses especulan con una coalición probable en la que entrarían, además del VVD, los democristianos del CDA, el partido D66, que comparte afiliación liberal con el del primer ministro, y los laboristas de PvdA. Esta fórmula podría sumar una mayoría de entre 75 y 87 escaños en una cámara baja de 150. El problema es que los laboristas ya aceptaron pactar con Rutte en 2012 como gesto de responsabilidad cuando fueron la segunda fuerza del país, pero al final de la legislatura, en 2017, fueron severamente castigados por sus votantes.

En caso necesario, los analistas apuntan que el VVD de Rutte podría aceptar una coalición que incluyera al PVV, en una combinación de centro derecha-extrema derecha que también podría sumar de 81 a 95 escaños. En este caso el problema sería que las negociaciones serían muy laboriosas, mientras que lo que la situación de pandemia y crisis económica aconsejaría sería que el nuevo gobierno se formase lo más rápidamente posible.

El lunes el líder del PVV, Gert Wilders , dijo que estaría dispuesto a pactar con Rutte, pero solo en caso de que el gabinete recortase de forma radical la inmigración, especialmente la procedente de países islámicos, que es una formulación que vuelve a caer en los términos de discriminación que llevaron a la caída del actual Gobierno. Rutte solo ha señalado por ahora a los democristianos como sus aliados preferentes y ha dejado abiertas otras combinaciones posibles.

La opción de una coalición con los tres principales partidos de izquierda es menos probable. Tendría que pactar con GroenLinks (verdes), SP (socialistas) y PvdA, que han dicho que podrían ser parte del próximo gabinete si Rutte apuesta por un cambio en esta cuarta combinación política. Este camino parece el más improbable por las numerosas incompatibilidades conocidas entre unos y otros, y entre el propio Rutte y algunas de las banderas de los ecologistas.

Sin embargo, la líder del PS, Lilian Marijnissen, se refirió recientemente a Rutte como «un excelente colega», si bien la ‘número uno’ de los laboristas, Lilianne Ploumen, es consciente de lo que significó para el partido su anterior experiencia y probablemente preferirá optar por posiciones más duras en las negociaciones para tratar de evitar que el PvdA sea absorbido de nuevo por los planes de Rutte.