Maduro pretende seguir con su hijo el ejemplo de Kim Jong-un
Nicolasito, como se le conoce, se presenta a las fraudulentas elecciones legislativas del 6 de diciembre

Nicolás Ernesto Maduro Guerra, alias «Nicolasito», por ser hijo del jefe del régimen chavista , nació con «una arepa o un pan bajo el brazo», que en su caso sería mejor con «un lingote bajo el brazo» para alcanzar un escaño garantizado en las ... elecciones legislativas del 6 de diciembre, convocadas por su padre pese a haber sido rechazadas por la oposición y la comunidad internacional por fraudulentas.
En la cuestionada Asamblea Nacional chavista se elegirán 277 diputados , unos 110 escaños adicionales que creó el régimen para controlar el parlamento por mayoría absoluta sin la participación de los partidos ni candidatos opositores. Tampoco habrá observadores internacionales calificados.
Y en ese futuro teatro parlamentario, hecho a la medida de la élite madurochavista que ostenta el poder en Venezuela desde hace 21 años , es donde Nicolasito se prepara, con su entorno familiar y político, para consolidarse y perpetuarse como si fuera una dinastía al mejor estilo del líder coreano Kim Jong-un, cambiando y estableciendo nuevas leyes para su beneficio personal.
En su campaña electoral, los candidatos chavistas se han destacado por desplegar costosos recursos técnicos electrónicos y financieros que contrastan con la pobreza en la que vive el 96% de venezolanos, sumidos en el hambre y la miseria, que no tienen acceso a la gasolina, el gas, la luz, el agua, alimentos y medicina.
Zapatillas de 1.730 dólares
A sus 30 años, Nicolasito hace campaña en el barrio humilde de Catia La Mar, estado de Vargas, para el que fue postulado como candidato, con unas zapatillas deportivas de lujo marca Louis Vuitton de 1.730 dólares. Allí fue a hablar de las «bondades» del régimen de su padre.
Los electores, que ganan la misera cantidad de 70 centavos de dólar al mes, no podían evitar su indignación al fijarse en las costosas zapatillas del futuro diputado que luce sin pudor, mientras defiende a su padre por los «ataques incesantes y groseros» que le ha lanzado EE.UU., llegando al punto de amenazar a la primera potencia: «Si Estados Unidos llega a mancillar el suelo patrio, los fusiles llegarían a Nueva York y tomaríamos la Casa Blanca».
Nicolás Maduro ha preparado a su hijo para la presidencia de Venezuela. En una de sus declaraciones por la estatal Venezolana de Televisión confesó que Nicolasito será presidente algún día . El joven vástago presidencial se lo toma muy en serio cuando habla de que su principal referente es la dinastía coreana.
Cuando comenzó la revolución chavista, Nicolasito tenía 10 años y a esa edad ya se le veía interesado en la política acudiendo a los mítines de Hugo Chávez, donde doblaba los puños en alto frenéticamente, una señal típica de los combatientes chavistas. También de pequeño se interesó por las artes y la música, que han dado como fruto algunas grabaciones suyas tocando flauta.
En su juventud estudió en la Universidad Nacional Experimental Politécnica de la Fuerza Armada Bolivariana (UNEP) en la especialidad de economía. Su padre le creó un cargo especial como Jefe del Cuerpo de Inspectores Especiales de la Presidencial . Su nepotismo se amplió al nombrarlo Coordinador de la Escuela Nacional de Cine. No se le conoce de su autoría ni un corto en animación. Luego lo nombró miembro de la Asamblea Nacional Constituyente, que dirige Diosdado Cabello. Está casado con Grysell Torres y tiene tres hijas.
«Oro de sangre»
La lluvia de dólares con la que se bañó en un baile costeado por empresarios sirios no ha cesado. Su fortuna se ha ampliado ahora con las concesiones mineras en el Arco Minero. Sus manos están manchadas con el «oro de sangre» aunque las desmienta. En su entrevista con Vladimir Villegas, Nicolasito se defenfía así: «¿Dónde están las pruebas?, no tengo minas de oro. Si hubiera pruebas ya estarían empapeladas las calles de Caracas».
Sin embargo, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos sancionó a Nicolás Maduro Guerra y a sus testaferros, los dos hermanos Santiago y Ricardo Morón Hernández , ambos de Maracaibo, estado Zulia y amigos íntimos suyos, por lavado de dólares en las minas de oro y otros casos de corrupción vinculados a la construcción de obras inconclusas en Maracaibo.
«Maduro se sostiene en su hijo Nicolasito y otros cercanos a su régimen autoritario para mantener el control de la economía y reprimir a la gente de Venezuela», dijo el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, en un comunicado en junio del 2019 a raíz de las sanciones.
Nicolasito también niega que tenga fortuna: «Me mudé del apartamento que tenía en la urbanización de San Pedro (sur de Caracas) a una de las residencias chinas en el Fuerte Tiuna. Esto es temporal por razones de seguridad».
En el Fuerte Tiuna el régimen madurochavista ha construido una verdadera fortaleza protegida y blindada con un laberinto subterráneo para resistir ataques aéreos que incluye diversas mansiones para Maduro y su entorno político militar. Una fortaleza que está conectada a túneles de escape o refugios que van desde las residencias, incluidas las 14 casas de los hijos de Cilia Flores, en Cumbres de Curumo, el Banco Central de Venezuela y otras instituciones públicas en Caracas.
De su madrasta, Cilia Flores, también candidata a diputada, Nicolasito dice que la siente como su propia madre, tutora o consejera. Junto a ella protagoniza la más vistosa y lujosa campaña electoral en medio de las ruinas y escombros del país, preparándose para dirigir la futura directiva parlamentaria que intentará sepultar a la actual Asamblea Nacional opositora.
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