El liberal flamenco Alexander De Croo nuevo primer ministro belga

Siete partidos de cuatro familias políticas de las dos comunidades lingüísticas han sido necesarios para formar una mayoría de 87 diputados de 150 escaños. Se trata de los socialistas, liberales y ecologistas tanto flamencos como valones, además de los democristianos flamencos, puesto que sus correligionarios valones sufrieron una derrota tan abultada en las últimas elecciones que prefirieron pasar a la oposición. Los flamencos partidarios de la desaparición de Bélgica suman 42 escaños, entre ellos los 24 diputados de la Nueva Alianza Flamenca (N-VA) que son el grupo parlamentario más importante de la cámara.

Para hacerse una idea de las sutilezas laberínticas de la política belga, el acuerdo sobre el primer ministro representa un reparto minucioso del resto de cargos con una compleja distribución político-lingüística. La elección de un flamenco como primer ministro pretende contribuir a aplacar las tensiones en el norte del país. El fin de semana, cuando ya se daba por hecho el pacto de la coalición, miles de nacionalistas flamencos se manifestaron alegando que «este no es nuestro gobierno» .

La actual primera ministra, Sophie Wilmes, gobierna con un voto de confianza limitado a la gestión de la pandemia que concluye mañana. Para poder cumplir con las medidas de distancia social, el Parlamento Belga celebrará la sesión de investidura en la sede del Parlamento Europeo, donde se podrán reunir conjuntamente la Cámara de Representantes y el Senado.