La liberación de dos turistas israelíes acusados de espionaje acerca a Erdogan y Bennet

Desde el primer momento Israel defendió la inocencia de este matrimonio, que son conductores de la principal compañía de autobuses del país, y negó su pertenencia a los servicios de inteligencia. Los responsables israelíes insistieron además en que no tuvieron que dar nada a los turcos a cambio de la liberación.

La oficina del primer ministro israelí informó que en la conversación, Bennet señaló que «esta es una solución a un problema humanitario» y destacó «favorablemente la comunicación entre los países, que funcionó de manera eficiente y discreta en un momento de crisis».

Un tono similar se produjo en la llamada anterior de Herzog, a quien Erdogan respondió diciendo que «si actuamos con una comprensión mutua en los temas bilaterales o regionales, los desacuerdos podrán reducirse al mínimo», según un comunicado de la presidencia turca. El líder islamista aprovechó para abrir el foco y subrayar la importancia de las relaciones entre los dos países para «la estabilidad y la seguridad» de Oriente Medio.

Israel y Turquía son dos actores fundamentales en la región, pero sus relaciones resultaron afectadas por la crisis del buque Mavi Mármara, asaltado por las fuerzas israelíes cuando se dirigía a Gaza en 2010. Diez activistas perdieron la vida y otros 60 resultaron heridos como resultado de la operación militar contra la llamada Flotilla de la Libertad .

La situación del matrimonio Oknin se convirtió en el tema central de los medios israelíes desde el primer momento. La crisis se ha seguido minuto a minuto hasta la llegada de la pareja al aeropuerto internacional de Tel Aviv a bordo de un avión privado enviado por el Gobierno a Estambul para recogerles.

Los dos conductores de autobús fueron recibidos como héroes por sus familiares y amigos en Modiin , la ciudad en la que residen en el centro del país. Pese a las malas relaciones entre gobiernos, la compañía Turkish Airlines es una de las principales aerolíneas que usan los israelíes para volar desde Ben Gurion por detrás de El Al, la compañía nacional.