Kim Jong-nam, de heredero a crítico con Pyongyang

Tras disfrutar de una vida de lujo en los internados de Suiza donde estudió, al igual que sus hermanastros, Kim Jong-nam volvió a Corea del Norte y, según le contó al periodista japonés Yoji Komi, abogó ante su padre por abrir el país al capitalismo.

Poco dado a los rigores militares del régimen, cayó definitivamente en desgracia cuando fue detenido en 2011 intentando entrar con un pasaporte falso en Japón , adonde había ido con su familia para visitar el parque de Disneylandia en Tokio. Desde entonces, ha vivido en Macao, donde avergonzaba al régimen norcoreano cada vez que aparecía con sus gorras de Armani en los casinos.

Kim Jong-nam, que en su día fue considerado el «heredero» al trono murió el lunes en Malasia tras ser atacado en el aeropuerto de su capital, Kuala Lumpur, en un episodio propio de una película de espías.

Aunque en un principio se especuló con que la causa de la muerte habían sido unas agujas envenenadas que le habrían clavado dos mujeres, según confirmó a la agencia de noticias Bernama uno de los responsables de la Policía malasia, Fadzil Ahmat, en realidad «una mujer se le acercó por la espalda mientras esperaba un vuelo y le cubrió la cara con un trapo empapado con un líquido » que, al parecer, le quemó los ojos. Aunque Kim Jong-nam se las arregló para pedir ayuda en uno de los mostradores del aeropuerto y fue enviado al hospital de la cercana ciudad de Putrajaya, falleció poco después mientras su atacante huía. «De momento no hay sospechosos, pero ya hemos empezado la investigación y estamos examinando unas pocas posibilidades para obtener pistas», anunció a la agencia Reuters el oficial de Policía Fadzil Ahmat.

En un primer momento, surgió la incertidumbre sobre la identidad del fallecido, ya que viajaba con un pasaporte falso bajo el nombre de Kim Chol, nacido el 10 de junio de 1970. Tras las primeras noticias del asesinato, revelado por la televisión surcoreana Chosun, la Policía malasia confirmó que se trataba de Kim Jong-nam, quien iba a cumplir 46 años en mayo.

A la espera de que la autopsia determine las causas de su muerte, este crimen cierra otro sangriento episodio en la tragedia «shakespeariana» en que se ha convertido el régimen norcoreano que dirige el joven dictador Kim Jong-un. Y es que las primeras sospechas apuntan hacia él porque su hermanastro mayor se había erigido en una de las voces más críticas contra su sucesión.