Jerusalén este y Tel Aviv, dos ópticas distintas de la ofensiva contra Gaza

Para los ciudadanos de Jerusalén Este, la parte de la ciudad que la Autoridad Nacional Palestina espera se convierta en la capital de un futuro estado palestino, la ofensiva israelí constituye otro de los crímenes de la ocupación.

Jerusalén Este está habitado principalmente por residentes árabes, muchos de ellos ciudadanos israelíes y otros residentes permanentes, que tienen una visión muy clara sobre lo que es Pilar Defensivo y los últimos intercambios de cohetes entre ambas partes.

“No matan a los militares, ni destruyen objetivos militares, matan niños, dañan casas y destruyen edificios, lo destruyen todo,” comenta a ABC Aasem, un librero de la popular calle de Salah al Deen, en Jerusalén Este. “Esto es un crimen de guerra, Israel está matando civiles y según la ley internacional, esto constituye un crimen,” prosiguió Aasem, visiblemente enfadado.

Los habitantes de la parte este de Jerusalén aseguran también que no le tienen ningún miedo a los cohetes que se lanzan desde la Franja, como el que cayó muy cerca de Jerusalén el pasado viernes, también por primera vez en décadas.

“Aquí las sirenas apenas sonaron, no les importamos ni para eso,” se sonríe Ashraf.

Los vecinos de esta parte de la ciudad se sorprenden ante la pregunta de si la falta de refugios anti bomba en su zona de la ciudad les hace temer por su seguridad.

“¿Pero si ni siquiera nos dejan construir casas, cómo nos van a dejar hacer refugios?,” ríe Omar, otro residente de la zona. “Cuando sonaron las alarmas nadie se inmutó, todos miraron hacia arriba y continuaron como si nada. Nos da igual, son cohetes bienvenidos, si dañan la ocupación israelí.”

Por otra parte, con más de 1.300 cohetes lanzados a Israel desde el miércoles, la mayoría de los ciudadanos judíos de Israel apoyan incondicionalmente la ofensiva contra Gaza. En Tel Aviv, a la que en Israel llaman “la burbuja” por haber dado la espalda al conflicto durante años , también sonaron las sirenas esta semana por primera vez desde hace más de 20 años.

“Cuando escuché la alarma no me asusté tanto, simplemente hice lo que dicen en la televisión y la radio. Me eché al suelo por que estaba en la calle, como todo el mundo. Yo estoy totalmente de acuerdo con la ofensiva, lo que está pasando en el sur era y es intolerable, con misiles cayendo un día sí y otro no, y un millón de personas asustadas. Cualquier otro país del mundo haría lo mismo,” comenta Michael T. un estudiante de Tel Aviv.

A diferencia de los residentes del Este de Jerusalén, los ciudadanos de Tel Aviv tienen a mano refugios anti bomba por toda la ciudad, además de que la mayoría de las casas de construcción moderna vienen equipadas con una habitación reforzada en caso de un ataque.