«La isla de los ciegos», o el símbolo del derroche y la corrupción en Grecia
En Zante, de 39.000 habitantes, setecientas personas cobraban un subsidio por ceguera, incluido un conocido taxista
b. castiella
Grecia es a diario protagonista de nuevos escándalos que ya no sorprenden a nadie. Excesos, numerosos y caros, que la presión de la Unión Europea y del Fondo Monetario Internacional debe obligar a revisar, especialmente en temas laborales y sanitarios. En la pequeña ... isla jónica de Zante , de 39.000 habitantes, setecientas personas cobraban un subsidio por ceguera, incluido un conocido taxista. De ahí que el «Wall Street Journal» haya descrito ese bello territorio en un artículo esta semana como «la isla de los ciegos».
El escándalo se reveló el pasado agosto, tras las inspecciones del Ministerio de Sanidad y de la Seguridad Social. Nadie comprendía cómo podía haber tantos ciegos en la isla. El viceministro de Sanidad, Márkos Bóliaris, descubrió entonces las graves irregularidades. El propio alcalde, Stelios Bozikis , declaró en directo en el canal televisivo Mega que «con estas ayudas [para ciegos] el prefecto ganó las elecciones» y que el médico que firmó los certificados permanecía en su puesto .
La revelación fue consecuencia de la obligación impuesta por la Seguridad Social a todas las personas que cobran jubilación a hacerlo desde hace unos meses a través de una cuenta bancaria, así como a presentarse en la entidad y firmar un equivalente a una fe de vida , lo que permitiría dejar de pagar la pensión automáticamente con el registro del fallecimiento del interesado. Esta medida llevó a descubrir que familiares y amigos seguían cobrando la jubilación de los fallecidos; un dinero que en principio ahora tendrán que devolver a la Administración.
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