Hollande lanza tras su victoria la «tercera vuelta electoral» en Francia
El presidente electo pide a sus simpatizantes una «mayoría parlamentaria» en las legislativas «para poder gobernar». Sarkozy se enfrenta a un nuevo voto de castigo de la extrema derecha, que aspira a lograr grupo propio
j. p. quiñonero
François Hollande es el nuevo presidente de la República . Nicolas Sarkozy se retira de la vida pública . Cambio político nacional de gran alcance europeo. Con el escrutinio en el 99%, el socialista habría conseguido el 51,67% de los votos, por el 48, ... 33% de Sarkozy. Antes del traspaso de poderes, dentro de unos días, presidente saliente y presidente elegido coincidieron ayer en un punto capital: «Hay algo más importante que nosotros mismos: Francia, sus valores, sus principios . Comportémonos a la altura de la historia y el destino de nuestra patria».
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La abstención, que ascendió al 18,97%, y los más de dos millones de votos en blanco confirman que un número muy importante de electores de extrema derecha siguieron la consigna de voto de Marine Le Pen , dando la «llave» del Elíseo a un presidente socialista por vez primera desde 1981, cuando François Mitterrand llegó al poder con un programa de «unión de la izquierda» que prometía la «ruptura con el capitalismo».
Hollande lanzó ya la campaña para las legislativas: «Necesito que me deis la mayoría parlamentaria»
Treinta y un años más tarde, Hollande ha prometido renegociar el Pacto europeo de Estabilidad aprobado por todos los Estados de la zona euro. El presidente electo de Francia tuvo anoche su primera conversación telefónica con Angela Merkel, la canciller de Alemania . Hollande visitará Berlín tras el traspaso de poderes, que Nicolas Sarkozy debe organizar con mucha rapidez.
El presidente saliente fue el primero en reaccionar: « Volveré a ser un ciudadano normal . Debemos respetar al nuevo presidente elegido por los franceses, como franceses, orgullosos de nuestra historia, siempre fieles a nuestros ideales de una Francia fuerte».
En su primer discurso, pronunciado en la pequeña localidad de Tulle , su feudo electoral, Hollande también lanzó un mensaje de unidad nacional: «Nicolas Sarkozy ha sido presidente de Francia durante cinco años. Merece nuestro respeto. El cambio que os propongo debe estar a la altura de Francia , de su historia y de su ambición nacional. Seré el presidente de todos los franceses».
«Tercera vuelta»
El primer acto político del socialista como presidente electo, ante varias decenas de millares de simpatizantes que celebraban su victoria en la parisina Plaza de la Bastilla, fue lanzar con extrema rapidez la «tercera vuelta electoral», la campaña de las elecciones legislativas del 10 y 17 de junio próximos : «Para poder gobernar, necesito que me deis la mayoría parlamentaria en la nueva Asamblea Nacional».
Decidido el nuevo presidente, los franceses deben elegir los diputados de una nueva Asamblea Nacional, dentro de un mes. Los primeros sondeos sugieren que la izquierda unida puede ganar la mayoría absoluta . El PS, los Verdes y el Frente de izquierda (PCF y otros grupúsculos izquierdistas) presentarán candidatos de unión en toda Francia, esperando conseguir una mayoría parlamentaria favorable al presidente Hollande.
«Derrocado» Sarkozy, como se proponía Marine Le Pen , líder del Frente Nacional, la Unión por un Movimiento Popular del presidente saliente deberá afrontar un nuevo voto de castigo de la extrema derecha, que aspira a conseguir un grupo parlamentario propio, intentando «dinamitar» a la derecha moderada.
En la escena europea, la nueva relación franco-alemana tendrá gran alcance para la UE y la zona euro. Ni Berlín ni París pueden permitirse un choque frontal de la pareja Merkel-Hollande . La canciller y el nuevo presidente están condenados a encontrar un terreno de entendimiento que evite un cataclismo amenazante. El euro y toda su zona monetaria no podrían soportar una divergencia de fondo entre París y Berlín. Está por ver cuál es el terreno de entendimiento entre Hollande y Merkel.
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