Hillary Clinton confirma que Irán tiene una «clara oportunidad» con Obama
Aunque durante las elecciones primarias que al final terminó perdiendo Hillary Clinton acusó a Barack Obama de una peligrosa ingenuidad por plantear negociaciones incondicionales y «directas» con países como Irán, la nueva responsable del Departamento de Estado -en su primera rueda de prensa- ha tenido ... que asumir a su manera la posibilidad de un cambio profundo en las relaciones entre Estados Unidos e Irán. Dos países sin vínculos diplomáticos formales desde 1980, tras el asalto perpetrado por integristas a la Embajada de Estados Unidos en Teherán y el cautiverio durante 444 días de 52 funcionarios americanos.
A partir de ahora, según la nueva secretaria de Estado, el gobierno de Irán tiene una «clara oportunidad» de demostrar al resto del mundo que se encuentra preparado para conectar con Estados Unidos «de manera significativa» . Dando a entender que el primer movimiento depende de Teherán, Hillary Clinton ha indicado que, en estos momentos, el gobierno de Estados Unidos se encuentra estudiando en profundidad todas las opciones disponibles. Lo cual supone en sí mismo un cambio con respecto a la posición asumida por la Administración Bush de no contemplar negociaciones directas con Irán hasta que Teherán congelase primero su amenazador programa de enriquecimiento de uranio.
Puño abierto o cerrado
Durante su primera entrevista televisiva desde la Casa Blanca, simbólicamente otorgada el lunes al canal árabe «Al-Arabiya», Barack Obama reiteró su voluntad de diálogo y de respecto hacia el mundo musulmán. Según argumentó el presidente de Estados Unidos: «Creo que es importante para nosotros estar dispuestos a hablar con Irán para expresar muy claramente donde se encuentran nuestras diferencias, pero también donde existen potenciales sendas de progreso... Y como ya dije durante mi discurso de investidura, si países como Irán están dispuestos a deshacer su puño, se encontrarán con una mano extendida por parte de nosotros».
Según ha matizado Hillary Clinton, «que ese puño se cierre o se abra depende realmente de los iraníes». La ya confirmada responsable del Departamento de Estado reiteró que no debería sorprender a nadie la voluntad del nuevo gobierno estadounidense para establecer contactos directos con Irán o Corea del Norte. Contactos que según Susan Rice, nueva embajadora de Washington ante la Organización de Naciones Unidas, forman parte de la «vigorosa diplomacia» que piensa poner en práctica la Administración Obama durante los próximos meses.
Hasta la fecha, Irán ha recibido por parte del Consejo de Seguridad de la ONU cinco resoluciones de condena y tres tandas consecutivas de sanciones económicas por no suspender su intenso programa de enriquecimiento de uranio. Tecnología a la que la teocracia de Teherán atribuye objetivos pacíficos pero que genera grandes recelos entre países occidentales por sus posibles aplicaciones militares. Con la posibilidad de que en algún momento, Israel decida lanzar un ataque unilateral contra las instalaciones nucleares de Irán, como ya ha ocurrido en los casos de Irak (1981) y Siria (2007). Esta misma semana, el prestigioso Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (IISS) ha estimado que Irán dispondrá a finales del 2009 del suficiente uranio enriquecido como para producir una bomba nuclear.
Como respuesta inicial ante las señales emitidas desde Washington, el gobierno de Irán ha recalcado ayer la necesidad de «cambios concretos» por parte de Estados Unidos antes de empezar a negociar. Según el portavoz Gholam Hossein Elham, citado por la agencia ISNA, el gigante americano «debe aceptar que es un gobierno dentro de sus propios límites y no un imperio».
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