Los hijos de Bin Laden amenazan con denunciar a Obama por arrojar su cuerpo al mar

Así, los hijos de Osama Bin Laden amenazan con denunciar al presidente de EE.UU., Barack Obama , como "responsable" de la muerte de su padre, liquidado el 2 de mayo en una operación de los Navy Seal, el cuerpo de élite del ejército americano. Consideran "inaceptable y humillante" que las fuerzas estadounidenses lanzaran el cuerpo de su padre al mar.

"Creemos que el presidente Obama es legalmente responsable de la suerte de nuestro padre, Osama Bin Laden", señala el comunicado, citado por el centro americano de seguimiento de las web yihadistas.

Tras la operación americana que acabó con su vida en la casa donde se escondía en Abbottabad (Pakistán), sus restos fueron arrojados al mar, según ha explicado la Casa Blanca.

"Es humana y religiosamente inaceptable disponer de una persona de este nivel e importancia para los suyos y arrojar su cuerpo al mar de una forma tan humillante para su familia y sus adeptos. Tanto que puede afectar a los sentimientos de millones de musulmanes", añade el hijo del que fue durante 10 años el terrorista más buscado de EE.UU.

"Como hijos de Osama Bin Laden, nos reservamos el derecho de perseguir a los responsables de este crimen ante la justicia americana e internacional para aclarar la suerte de nuestro padre desaparecido", advierte el comunicado, que denuncia la operación militar dirigida por Washington con el objetivo de "matar en lugar de arrestar" a Bin Laden en Pakistán.

Además, insisten en que "ni el presidente americano ni su Gobierno han aportado pruebas" de la muerte de su padre.

Líderes religiosos musulmanes han denunciado que arrojar un cadáver al mar contradice la "sharia" (ley islámica), que sólo permite en algunas excepciones enterrar a los muertos lanzándolos al mar, como por ejemplo si el fallecimiento se produce en un barco y el cadáver puede pudrirse.

Omar Bin Laden, de 31 años y casado con una británica, denunció en julio de 2010 que una veintena de miembros de su familia viven vigilados en su domicilio iraní desde 2001.