La UE se divide y no logra aislar a Rusia del sistema Swift

El contenido concreto de las sanciones que pretende ser «rotundo y doloroso» no se desvelará hasta que sea publicado oficialmente en las páginas del diario oficial, para evitar que los afectados tengan tiempo de movilizar sus activos. En todo caso, la discusión ya ha provocado una división en el seno del Consejo Europeo que como reconoció ayer tarde el Alto Representante, Josep Borrell , «no ha logrado la unanimidad necesaria» para introducir la retirada del acceso al sistema de transferencias financieras que era una petición de la mayoría de los líderes. El ministro de Exteriores ucraniano, Dmytro Kuleba, se lo había suplicado en un mensaje en el que argumentaba que «todos los que ahora duden de si se debe expulsar a Rusia de Swift deben comprender que la sangre de hombres, mujeres y niños también estarán en sus manos». Ayer tarde publicó otro mensaje en el que aseguraba que su colega italiano Luigi Dimaio le había dado esperanzas de que podía cambiar de opinión.

Sin embargo, Borrell también dijo que el hecho de que por ahora no se hayan puesto de acuerdo los dirigentes de todos los países no significa que la posibilidad de desconectar a Rusia del Swift «haya sido retirado de la mesa» como una opción posible para ser utilizada posteriormente. De hecho, el responsable de la diplomacia europea hizo hincapié en que este era un «segundo» paquete para dejar claro que puede haber otro escalón más «a medida que las decisiones puedan tomarse».

Al llegar a la reunión el jueves por la noche, el canciller alemán Olaf Scholz ya dijo que la UE debería «reservar» esta medida «para una situación en la que también sea necesario hacer otras cosas».

El presidente de la República Checa, Milos Zeman , cree que sería la medida más contundente. «Tenemos dos opciones –dijo– o bien excluimos a Rusia del Swift o seremos testigos en unos pocos días de la total ocupación de Ucrania por mucho que denunciemos este ataque. Sabemos que esto tendrá un eco doloroso. Si los excluimos, tendrá serias consecuencias también para nosotros pero podría funcionar, mientras que las palabras solas no funcionan». Zeman también puso ayer en duda la eficacia de las actuales sanciones contra Rusia y recalcó que «no hay que olvidar que los rusos están acostumbrados».