La familia de Samuel Paty estima que las instituciones no protegieron al profesor decapitado

Le Roy analiza a su manera las informaciones compiladas por los ministerios de Educación e Interior , que han reconstruido con mucha precisión los antecedentes del caso.

Nadie dudaba que, en efecto, la familia de una niña que estudiaba el colegio y clase de Samuel Paty usó y manipuló informaciones personales sobre el profesor, lanzando una agresiva campaña de odio que culminó con la decapitación. Le Roy estima que el ministerio del Interior «pudo» conocer esa campaña e «intervenir» antes de que el acoso culminase en crimen.

No era un secreto que Paty alertó a sus colegas de que se sabía o se sentía amenazado por los islamistas «locales», instalados en toda la periferia norte de París. Le Roy estima que el ministerio de Educación no tomó las medidas necesarias que hubiesen permitido evitar el asesinato de un inocente.

Se sabía que Paty había pedido perdón a varias familias musulmanas que se sintieron «ofendidas» por algunos comentarios del profesor. Y ese comportamiento fue interpretado, siempre, como un gesto de gran calidad humana y profesional , aunque alguno de los informes oficiales estima que Paty se comportó con una cierta «ingenuidad». La abogada de la familia denuncia esos comentarios en un informe oficial, afirmando la honradez intachable del profesor decapitado.

Según Virginie Le Roy, los familiares de Samuel Paty desean « que se haga toda la luz » sobre su asesinato. Desde su óptica, se trata de un caso excepcional, que será indispensable estudiar, analizar y juzgar, quizá, en su día.

En el estado actual de la instrucción del caso quizá sea prematuro avanzar conclusiones de ningún tipo, siquiera provisionales. La abogada de la familia del profesor decapitado se limita a hacer público un sentimiento y emoción que también puede tener una dimensión política y jurídica importante.