Estados republicanos de Estados Unidos facilitan que los profesores puedan ir armados

Estas medidas llegan después de varias masacres encadenadas , la más reciente en una escuela de primaria de Texas en la que un joven de 18 años mató a 19 niños y dos profesores. El jueves por la noche, el presidente Joe Biden se dirigió a la nación para pedirle que presione al Capitolio y que apruebe leyes más estrictas con respecto a la tenencia de armas. Los republicanos, sin embargo, han defendido mayor seguridad en las aulas y, en algunos casos, armar a los maestros, algo que ya defendió el expresidente Donald Trump tras otra matanza escolar en Florida en 2018.

Los legisladores republicanos en Ohio enviaron al gobernador, Mike DeWine, una nueva ley que permite a las escuelas autorizarle a los maestros llevar armas, tras un programa de entrenamiento de apenas 24 horas de duración, o menos. Hasta ahora, un programa similar dura 700 horas. El gobernador DeWine indicó en un comunicado que ratificará la ley. «Agradezco a la asamblea que haya aprobado este proyecto de ley para proteger a los niños y a los profesores de Ohio», dijo. Importantes sindicatos policiales y de profesores se han opuesto a esta ley estatal, además de los demócratas.

El mismo miércoles, el Senado de Luisiana, estado también controlado por los republicanos, enmendó un proyecto de ley sobre tenencia de armas para facilitar que los maestros y gerentes de las escuelas las lleven consigo , y que además no tengan que ocultarlas. En su versión modificada, el proyecto de ley autorizaría a los distritos escolares a nombrar lo que describe como «funcionarios de protección escolar», que tendrían que realizar un curso de formación y obtener un permiso para llevar armas en la escuela. Esa ley ahora al pleno del Senado, y de ahí a la Cámara, antes de llegar al despacho del gobernador.

En el caso de la reciente matanza de Texas, la escuela tenía en pie un sistema de protección, con unas alarmas a la policía, que intervino demasiado tarde como para salvar a los niños. El asesino se encerró en la escuela, sita en la localidad de Uvalde, y mató sin impedimentos durante aproximadamente una hora, según recuentos posteriores. Las autoridades han abierto una investigación.