EE.UU. presiona a Afganistán para que forme un gobierno de concentración con los talibanes

Los planes de Washington se han conocido después de que un medio afgano, TOLOnews, desvelara este domingo una carta enviada por el secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken , a Ghani. En ella, el jefe de la diplomacia estadounidense reclama «avanzar en el asunto de forma más fundamental y rápida» ante una situación bloqueada.

Hace más de un año, el Gobierno de Donald Trump llegó a un acuerdo con los talibanes en el que se establecía la salida de tropas estadounidenses a cambio de que los rebeldes rompieran sus lazos con Al Qaida, redujeran el nivel de violencia en el país y participaran en conversaciones con el Gobierno de Ghani en Doha.

El Pentágono considera que los talibanes no han cumplido con esas exigencias y las conversaciones iniciadas en Doha en septiembre no han logrado grandes frutos. Los talibanes cada vez tienen más control militar en Afganistán , pero una victoria frente al Gobierno de Kabul sin apoyo internacional tampoco les conviene.

La carta de Blinken presiona a Ghani para el desbloqueo del estatus en el que se encuentra el país. Describe cuatro líneas fundamentales de actuación. En primer lugar, la participación de potencias regionales a través de conversaciones ministeriales para alcanzar un «objetivo unificado» en el que participarían Rusia, China, Pakistán, Irán e India, además de talibanes, oficialistas y EE.UU. En segundo lugar, una reunión «en las próximas semanas» de altos cargos de los talibanes y del Gobierno de Ghani auspiciadas por Turquía. También, el establecimiento de un periodo de 90 días para la reducción de la violencia «para prevenir una ofensiva en primavera de los talibanes» y que coincida con las negociaciones de paz . Por último, la pieza fundamental, el mencionado Gobierno de concentración y de transición, que Blinken califica como ‘Gobierno de paz de transición de Afganistán”.

El secretario de Estado detalla que habría dos opciones para ese Gobierno compartido: un presidente y un número no determinado de vicepresidentes o un presidente y un primer ministro. En ambos casos, oficialistas y talibanes se repartirían los cargos, y el gobierno interino estaría en funciones hasta la celebración de elecciones .

La propuesta de gobierno transitorio fue expuesta a finales del mes pasado por Zalay Khalilzad , el enviado especial de EE.UU. a Afganistán. Ghani siempre se ha opuesto a una fórmula de ese tipo porque supondría su marginación del poder y este sábado reiteró su oposición a entregar el Gobierno a no ser que sea a través de elecciones.

Su vicepresidente, Amrullah Saleh , aseguró este lunes a una televisión afgana que su Gobierno no estaba «preocupado» por la misiva de Blinken y que la posición de EE.UU. no había cambiado sobre el fundamento de que «solo las autoridades elegidas por los votos pueden gobernar el país».

« Agradecemos el apoyo de EE.UU. », dijo Saleh. «Ellos pueden tomar decisiones sobre sus tropas, pero no sobre el pueblo de Afganistán», respondió a las amenazas veladas que Blinken incluía en su carta.

«EE.UU. no ha descartado ninguna opción», advertía el secretario de Estado. «Consideramos la salida completa de nuestras tropas el 1 de mayo, igual que otras opciones». Blinken añadía que, sin tropas estadounidenses, «la situación de seguridad empeorará y los talibanes podrían obtener avances territoriales rápidos».

«Lo digo con claridad para que comprenda la urgencia de mi tono», cerraba su carta a Ghani para insistir en la necesidad de que haya avances diplomáticos. Saleh calificó el tono de Blinken de «mandón».

La delegación de los talibanes en Doha, que recibió la visita de Khalilzad a finales de la semana pasada, aseguró a ‘The Washington Post’ que tiene una copia de la carta y que está «bajo discusión».

Los avances en Afganistán son cada vez más urgentes para el Gobierno de Joe Biden . En campaña, igual que Donald Trump, prometió acabar con las «guerras interminables » en las que está involucrado EE.UU., que tiene presencia militar en Afganistán desde 2001 como consecuencia de la ‘guerra al terror’ tras los atentados del 11-S.

La situación es delicada para Biden: si no cumple con el plazo de salida de tropas del 1 de mayo acordado por la Administración Trump, recibirá críticas por alargar la presencia de soldados estadounidenses. Pero salir de inmediato, ante la creciente actividad militar de los talibanes, tampoco es deseable para algunos. Así lo aseguró el mes pasado a la prensa el senador demócrata Jack Reed, que preside el Comité de Servicios Armados con la nueva mayoría de su partido en la cámara alta. Aseguró que la salida expedita de los 2.500 soldados que quedan en Afganistán sería «complicada» y «desestabilizadora». Reed pronosticó que habría al menos «cierta extensión» a la presencia militar de EE.UU. en el país.